Lewandowski tuvo un feo gesto con Lamine Yamal durante el Barça-Alavés que es el resultado del estado de nervios y ansiedad que viven los jugadores barcelonistas en estos momentos.
El FC Barcelona tiene esta temporada mejor equipo que el año pasado. Las nuevas incorporaciones han subido su nivel de calidad. Sin embargo, el Barça no solo no se pasea en LaLiga como la pasada temporada, sino que tiene serios problemas para seguir el ritmo que marca el Girona y su juego no convence a nadie. ¿Qué está pasando en el Barça?
Hay nervios. En los despachos, en el cuerpo técnico y en el vestuario. No van todos de la mano y eso se nota en el césped. Ya no existe el buen rollo que logró crear Xavi entre sus jugadores y que le permitió la temporada pasada pasearse en LaLiga sacándale 10 puntos de ventaja al segundo. No ha logrado imponerlo este año. La armonía no es la misma.
Existen capillitas, grupitos dentro del vestuario. Xavi busca enemigos en el exterior culpando a la prensa, pero es el primero que sabe que la prensa no tiene ninguna responsabilidad en los espectáculos lamentables que está ofreciendo el Barça, como sucedió ayer ante un Alavés que fue superior durante buena parte del encuentro. Xavi vende humo para distraer la atención de los aficionados para que miren hacia otro lado.
No van todos de la mano, no reman en la misma dirección. Y eso es sinómino de fracaso. Nada tiene que ver el nombre de los futbolistas y su calidad. Los once mejores jugadores del planeta fracasarían igual en esta situación.
Es el polo opuesto del Girona, en donde Míchel ha logrado fabricar, con jugadores modestos, un grupo humano compacto e invencible que planta cara a los obstáculos que le salen al paso a base de disciplina táctica, cohesión, solidaridad y fútbol coral. Todos para uno y uno para todos.
Ese buen rollo no existe en el Barça, en un Barça que teóricamente es mejor que el pasado año, pero que no acaba de carburar de acuerdo a lo que se espera del nivel de sus jugadores, que malos no son.
El feo gesto de Robert Lewandowski a Lamine Yamal por culminar una jugada disparando y no pasándole el balón fue solo la punta del iceberg, el detalle que pone de manifiesto lo que de verdad está sucediendo ahí dentro.
Sucedió en el minuto 72 del Barça-Alavés con empate a uno en el marcador. Lamine Yamal desbordó por la derecha y Lewandowsi le reclamó el balón en el segundo palo, pero el joven canterano optó por culminar la jugada con un disparo que atajó Sivera. Lewandowski se enfadó por entender que debía haberle enviado el balón porque estaba mejor situado para rematar.
Lamine fue a darle explicaciones ofreciéndole la mano para chocarla y Lewandowski la rechazó y le negó la suya con una cobra que llamó la atención de Movistar, que reprodujo la acción en sus programas y redes sociales.
No es que Lewandowski se lleve mal con Lamine Yamal. No son enemigos, solo es la expresión del estado de nervios en el que vive el vestuario del Barça. Nada está perdido y de Xavi depende revertir la situación que le aleja en 4 puntos del líder de la competición, el Girona. Pero no puede demorarse más. Este no es el Barça que quiere su afición.
Lewandowski y Lamine Yamal. #DeportePlus #LaCasadelFútbol pic.twitter.com/HJQHc1YcJK
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) November 12, 2023