"Por parte del Real Madrid yo no tuve ningún tipo de ayuda. A mí en ningún momento me llamaron para preguntarme cómo estaba o si necesitaba algo", denuncia Marta Corredera.
Marta Corredera se retiró recientemente. La ya exfutbolista pasó por equipos como Espanyol, FC Barcelona, Arsenal, Atlético, Levante o Real Madrid, pero parece tener bastante claro que fue en el equipo blanco donde tuvo peores sensaciones.
Porque esta es la realidad: a Florentino Pérez le sobra el fútbol femenino y la compra del CD Tacón simplemente se trató de un gesto de cara a la galería. No le interesa lo más mínimo. Era una medida de marketing para calmar a las masas, como demuestra su trato a las jugadoras.
En declaraciones a 'El Periódico', la catalana ha hablado de cómo vivió su embarazo siendo futbolista profesional y estando en las filas del recién creado Real Madrid. Lo cierto es que Marta parece tenerlo claro: no se puede ser futbolista y madre en todos los equipos de la Liga F.
La catalana empieza la entrevista explicando: "Dejé de jugar porque obviamente la doctora me dijo que no tenía ningún sentido correr riesgos". Estando en plenas Navidades, abandona Madrid para volver a Barcelona para pasar la fecha con su pareja, Pep.
"En enero vuelvo a Madrid a contárselo a Ana Rosell (directora deportiva del Real Madrid). Me entran muchas dudas, porque es un momento de vértigo. Hablé con el club, me volví para acá y cogí la baja médica", añade Marta Corredera.
En este momento, empieza lo peor: "No se ponen medidas específicas sobre la mesa para mi caso. Me llaman del club, no me llama ni Ana Rosell ni el responsable del femenino, no sé si era del departamento de integridad. Me propusieron que, como yo no podía ejercer mi actividad laboral normal, debía ir a ayudar a los equipos femeninos por las tardes a Valdebebas a no sé a qué, estar allí desde las 19 horas de la tarde hasta las 21 h de la noche, para cumplir mi contrato".
Marta explica que "yo en ese momento me quedé en shock porque mi contrato es de jugadora profesional y yo entiendo que para esta casuística tiene que haber un protocolo o algo que me ampare, ¿no? Que me proteja. Lo último que necesitaba en ese momento es que se me apartase del equipo y se me mandase con la cantera, porque yo creo que no es ni lógico ni ético".
"Honestamente, por parte del club yo no tuve ningún tipo de ayuda en ese sentido. A mí en ningún momento me llamaron para preguntarme cómo estaba o si necesitaba algo en cuanto a condición física", indica la ex del Real Madrid.
Después del nacimiento de su hija, llegó el peor momento para Marta Corredera: "Estaba en el grupo del equipo y pongo que ya había nacido mi hija. Les mandé una foto. Por ahí recibo felicitaciones de la mayoría de la plantilla, pero no de todas. Hay gente que decidió no felicitarme. A partir de ahí yo me siento muy abandonada porque no dejo de ser una jugadora de la plantilla, que es verdad que estoy de baja por maternidad, pero que en teoría en algún momento de un futuro próximo me tenía que reincorporar a la actividad".
Finalmente, explica: "Desde el momento que yo doy a luz me siento muy abandonada porque no tengo ningún tipo de contacto con el club, ni con los fisios, ni con el preparador, ni con un médico. Para mí mentalmente no fue nada fácil. Yo sabía que las deportistas éramos cromos, pero estamos hablando de una situación que antes de la de la futbolista va a la persona. Y en ese momento la Marta persona se sintió muy abandonada. Es verdad que yo estoy en Barcelona y estoy de baja, pero eso no significa que se tengan que olvidar de mí o que no me puedan ayudar".