Enric Masip intentó coartar la libertad de expresión de un socio del Barça que no le regaló los oídos a Laporta.
El Barcelona siempre ha presumido de ser un club con libertad de expresión y muchos "valors", pero la realidad es que cuando llega la hora de la verdad, no tienen ningún tipo de problema en quitarse la careta y demostrar su verdadera imagen.
En lo que a los "valors" se refiere, el cuadro azulgrana no tuvo ningún tipo de reparo en dejarlos de lado para aceptar un patrocinio de Qatar, el cual en primera instancia se disfrazó de un acuerdo con una "fundación" y, posteriormente, se dio visibilidad a una compañía aérea.
La libertad de expresión, como mínimo, de un socio, se vio coartada en la última Asamblea de Socios Compromisarios, en la que el socio de la entidad culé, Jaume Llopis, tomó la decisión de criticar abiertamente la nefasta gestión que está llevando a cabo el presidente, Joan Laporta.
En cuanto su matón personal, Enric Masip, sin cargo conocido en el Barcelona, escuchó por donde iban los tiros en el discurso abierto de Jaume Llopis, pudo apreciarse cómo estaba haciendo gestos con las manos para que cortaran su speech... pero él se pensaba que no le grababan.
Lo peor de todo es que Enric Masip no cumplía ninguna condición para formar parte de esta Asamblea de Socios Compromisarios del Barcelona. El "asesor" de Laporta no tiene la condición de "socio compromisario", pero no perdió la oportunidad de situarse prácticamente en primera fila, mientras muchos socios que si gozaban de esta opción, tuvieron que quedarse en casa.
Es la misma historia de siempre en el Barcelona: quien no va en la línea que marcan desde la presidencia es un "apestado". Es el caso de Jaume Llopis, un socio del club catalán que lo único que quiere es que no engañen al resto y descubrir la realidad de lo que está pasando dentro.
Esto no gusta y, como se piensan que no están siendo grabados, utilizan tácticas más propias de tiempos pasados y de "matones" a sueldo.