"No es admisible éticamente que Laporta acuse a los presidentes Rosell y Bartomeu por el delito de administración desleal, cuando existen indicios más que sobrados de que Laporta cometió los mismos hechos"
Joan Laporta intentaba pasar de puntillas sobre el caso Negreira aprovechando que el paso del tiempo había prescrito los hechos (sus pagos) durante su primer mandato. Pero no le será fácil irse de rositas sobre los pagos realizados a Enríquez Negreira con el inconfesable fin de influir en los árbitros.
Laporta quiso presentarse en la causa de Negreira como acusación particular ofreciendo una vuelta de tuerca de lo más enrevesada: la parte acusada se presentaba como acusación particular en el presunto delito de administración desleal.
Joaquín Aguirre López, que es el magistrado que lleva el ‘Caso Negreira’, ha denegado al Barcelona la posibilidad de presentarse como acusación particular porque el club “no puede acusar por el concurso, es decir, por el delito medial y el delito fin, dado que estaría acusándose a sí mismo, ya que se ha imputado al Barcelona la comisión de un delito de cohecho y con anterioridad la persona jurídica del Barcelona estaba acusada por el delito de corrupción deportiva”.
La causa ha iniciado una investigación contra el propio Joan Laporta, así como con Bartomeu y con Rosell, debido a que “por la aplicación de las reglas de la prescripción delictiva, al menos implícitamente, dado que durante aquella primera etapa de Laporta también se efectuaron pagos a la familia Enríquez (Negreira) a través de las sociedades que estos utilizaban como interpuestas. Por tanto, la conducta de Laporta a este respecto es idéntica a la de los presidentes posteriores”.
El juez concluye que “resulta contrario a toda ética que quien cometió unos actos idénticos a los de los posteriores presidentes pretenda personarse en la causa ejerciendo la acusación particular bajo el instrumento jurídico del FC Barcelona. No es admisible éticamente que Laporta acuse a los presidentes Rosell y Bartomeu por el delito de administración desleal, cuando existen indicios más que sobrados de que Laporta cometió los mismos hechos que los presidentes posteriores”.
Joan Laporta ha intentado irse de rositas aprovechando que sus pagos habían prescrito, pero el juez entiende que Laporta no puede ser axcusación particular cuando cometió los mismos delitos que los otros acusados, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu.
El tratamiento de sus pagos tendrá el mismo veredicto que el de los presidentes que le sucedieron.