La Guardia Civil concluye en su informe que Negreira no era ningún títere y no fue imparcial en el arbitraje de España mientras recibía pagos del Barça.
La Guardia Civil ha dado su veredicto sobre el 'caso Negreira', como ha descubierto El Mundo. Después de que el juzgado que investiga los pagos del FC Barcelona a Enríquez Negreira pidiera un informe, este ha resultado claro: el CTA tuvo un "funcionamiento irregular" y sus decisiones "no habrían tenido siempre un respaldo deportivo imparcial".
El informe de la Guardia Civil ha sido contundente: "Sus servicios no se encuentran amparados por soporte documental más allá de las facturas". Esto, según indican los investigadores, deja patente que no había ningún tipo de asesoría real, como ha vendido el Barcelona.
En este sentido, ante la "improcedencia del gasto", el equipo azulgrana se vio obligado a reconocer ante Hacienda este hecho y tuvo que acabar pagando una sanción tributaria. Desde el Barcelona "no se ha aportado la identidad de los profesionales que habrían desarrollado los servicios" por parte de las empresas de Negreira, ni tampoco la "copia de vídeos, documentos o informes en los que se concreten los trabajos de asesoramiento específico".
Finalmente, al informe de la Guardia Civil le llama la atención que, a pesar de haber ingresado una gran cantidad de dinero por parte del Barcelona, el propio Negreira no experimentó "un incremento de patrimonio".
De hecho, el exvicepresidente del CTA sacó los fondos que recibía del Barcelona de las entidades bancarias mediante "cheques al portador" y estas extracciones en efectivo llegaron a superar el medio millón de euros, evidenciando que pudo haber pagos a terceras personas.
Desde que saliera el caso a la luz, muchas voces se han apresurado a indicar que Negreira estaba puesto a dedo y no tenía influencia alguna en el arbitraje de España, pero este informe de la Guardia Civil resalta el grado de influencia del que disponía el exvicepresidente del CTA en el gobierno de los árbitros.
En este sentido, El Mundo ha finalizado indicando: "Hay que tener en cuenta que sólo los árbitros de Primera División pueden llegar a ser árbitros internacionales con el incremento retributivo que supone. Además, los honorarios dependen de número total de partidos arbitrados, que es decisión del CTA. El propio CTA es el encargado de castigar a los árbitros por sus errores (lo que en el argot se denomina meter en la nevera) o designarlos para los grandes partidos".