Las faraónicas obras del nuevo Bernabéu dejan su nuevo aforo a 22.000 plazas de las que presentará el nuevo Camp Nou, el estadio más grande de Europa
El nuevo Bernabéu se le ha quedado pequeño a Florentino Pérez antes de inaugurarlo. Las faraónicas obras del nuevo coliseo blanco presentan dos problemas: por un lado, no permiten sobrevivir al césped, que debe ser replantado constantemente. Por otro, su nuevo aforo queda lejos, muy lejos, del Camp Nou. Apenas le da para alcanzar la medalla de bronce en Europa.
Históricamente, la grandeza del Real Madrid ha sido estrechamente relacionada con la capacidad de su estadio. El mejor equipo, el club más grande y el estadio con mayor capacidad. Todo en uno. Eran los tiempos en los que estaba permitido que el público presenciara los partidos de pie. Y ya se sabe que donde hay un asiento caben tres de pie.
La normativa que obligó a los clubes a sentar a todos sus espectactores perjudicó notablemente al aforo del Bernabéu, a pesar de que fue ampliado en los últimos años. Las entradas de 120.000 espectadores de los años sesenta se vieron limitadas por el nuevo aforo de 81.000 asientos, que con la última remodelación quedará reducido a 84.000.
El Camp Nou, que ha iniciado su renovación partiendo de 99.000 espectadores (el estadio más grande de Europa), verá ampliado su aforo a 106.000 espectadores cuando acaben las obras. Es decir, 22.000 espectadores más de los que será capaz de albergar el Bernabéu.
Florentino dijo que las obras acabarían a mediados de 2022, pero se equivocó de un año y medio. Mucho menos de lo que se ha equivocado con Mbappé. Tampoco mencionan los voceros del régimen de Florentino el constante cambio de césped que exige el recinto. Ninguno aguanta las condiciones de la construcción.
Y aunque parece que solo el Barça se endeuda, el recinto madridista supone para el Real Madrid un endeudamiento de 800 millones, que serán 1.200 sumando los intereses. Por supuesto, que generará ingresos, los justos, como todos los demás estadios del mundo, y esos ingresos tardarán muchos años en compensar el coste total de las obras.
Y es que el Tour y las actuaciones musicales hace muchos años que están inventados en otros recintos que no presumen con pomposidad como la claca mediática de Florentino con un estadio que se le ha quedado pequeñito antes de inaugurarlo a un club de la grandeza del Real Madrid.
En el antiguo Bernabéu apenas cabían 81.044 personas. Una vez concluidas las obras mastodónticas y faraónicas de Florentino, el aforo del coliseo madridista quedará en 84.000 asientos. Es decir, el nuevo Bernabéu, orgullo del madridismo, aunque parezca una lata de sardinas, apenas crece después de cuatro años de obras y será un recinto pequeñito que se quedará muy lejos del aforo que tenía y tendrá en el futuro el Camp Nou.
De hecho, los 85.000 abonados que tiene el FC Barcelona con derecho a asiento no cabrían en el 'maravilloso' nuevo Bernabéu, que no parece pensado para un equipo grande, sino para uno pequeño que no es capaz de congregar a mucha gente en su grada.
Aunque también es cierto que el aforo del nuevo Bernabéu es suficiente para las dimensiones sociales del Real Madrid, que apenas cuenta con 61.000 abonados, sólo 4.000 más que el otro club de la capital, el Atlético de Madrid. Empate técnico. Ya están a la par los dos equipos madrileños.
Atendiendo a la realidad social del Real Madrid, un estadio de 81.000 plazas es más que suficiente para sus dimensiones. Por eso, el Barça tiene proyectado otro nivel de construcción, que es proporcional a la diferencia de abonados de ambos clubes (el Real Madrid tiene 61.000 y el Barça 85.000).
El aforo del viejo Camp Nou en obras era de 99.354 plazas (15.000 más que el nuevo Bernabéu). Cuando el Camp Nou y el Bernabéu, ambos remodelados, estén acabados, el recinto blaugrana tendrá un aforo de 106.000 espectadores, 22.000 más que el Bernabéu. Una diferencia que es mayor que el aforo total de muchos campos de Primera División.
El tamaño importa y a la hora de medir la grandeza de un club el aforo de su estadio y su capacidad para arrastrar público en forma de abonados y socios definen a los que están arriba y a los que no están arriba. El Barça tiene 137.000 socios, El Real Madrid 93.000. Las diferencias son importantes.
El Barça está en el top. El Real Madrid no. Florentino Pérez se va a gastar más de mil millones de euros en un estadio que se queda pequeñito antes de nacer y que quedará acomplejado ante la magnificencia del Camp Nou.
Sin ir más lejos, el Bernabéu jamás podrá batir el récord de asistencia a un partido de fútbol femenino en poder el Camp Nou con 91.648 espectadores. El nuevo Bernabéu tiene estas limitaciones. Y todavía no ha sido inaugurado oficialmente.
1.-Camp Nou (Barcelona): 106.000 espectadores
2.-Wembley (Londres): 90.000 espectadores
3.-Bernabéu (Madrid): 84.744 espectadores
4.-Croke Park (Dublín): 82.300 espectadores
5.-Signal Iduna Park (Dortmund): 81.359 espectadores
6.-Luzhniki (Moscú): 81.006 espectadores
7.- San Siro (Milán): 80.018 espectadores
8.-Estadio de Francia (París): 80.000 espectadores
9.-Ataturk (Estambul): 76.092 espectadores
10.-Old Trafford (Mánchester): 75.811 espectadores