El Barça domina todas las estadísticas y acapara todos los premios del Mundial, aunque según la prensa palmera de Florentino Pérez, "el Mundial ha sido blanco"
Los guiones del aparato de propaganda al servicio de Florentino Pérez vive de estrategias. Y el Mundial femenino suponía para el Real Madrid una excelente oportunidad para reclamar la paternidad del éxito hispano. Solo se trataba de distorsionar la realidad, manipular e intoxicar para que parezca que el Mundial lo ha ganado el Real Madrid.
Consciente del peso que el Barça tiene en esta selección, que pudo ser aún mayor si el seleccionador sectario hubiera convocado a las mejores futbolistas de España, los gaiteros de Florentino Pérez se adelantaron a cualquier otra versión que no fuera la de que el Real Madrid ha ganado el Mundial femenino y que el fútbol femenino en España no es nada sin el Real Madrid.
Ese es su relato repleto de fake news lanzadas sin vergüenza con la seguridad de que va a ser comprado. ¿El Real Madrid campeon del mundo? ¿De verdad?
La claca mediática al servicio de Florentino ha reaccionado con presteza. Desde Juanma Rodríguez a Jose Luis Sánchez o el diario digital OK Diario, que habla de "Mundial blanco" acaparándolo todo, limitando las virtudes de la selección al Real Madrid y relacionando sibilinamente Real Madrid con España. Que de eso se trata para muchos. Igual que se apropian de España y su bandera, también lo hacen de su selección, obviando el peso brutal que el Barça ha tenido en ella. Real Madrid=España. Es lo mismo. Salvo cuando Luis Enrique echa al Real Madrid de la selección por falta de seleccionables.
En el mismo OKDiario acusan al Barça de "apropiarse" del Mundial por publicar una foto de sus siete jugadoras internacionales que, como sucedió en el Mundial masculino de 2010, fueron clave para la consecución del título de España. Curioso. El Barça tiene que pedir perdón por prestar a sus jugadoras para que España sea campeona del Mundo.
Para sacar pecho por su pobre contribución ya está el Real Madrid. Y si el Barça muestra su alegría por su aportación, se está "apropiando" del Mundial. Y lo dicen los mismos que hablan de "Mundial Blanco". Los dos goles de Olga Carmona en la semifinal y final han servido para tapar todo lo demás. Y todo lo demás es mucho. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Y el Real Madrid a día de hoy no sabe lo que es ganar un título ni ganarle o empatarle un partido al Barça. Es así de crudo. Aunque se vean como campeones del mundo.
Solo siete jugadoras del Barça salieron en el once ttular de la final, sin la mejor portera de España (Sandra Paños), oscurecida por su suplente en el Barça; sin Mapi León, la mejor defensa central del mundo; sin Patri Guijarro, una de las cuatro mejores centrocampistas de España (las otras tres son del Barça) o sin Claudia Pino, con más nivel en la delantera que casi todas las atacantes seleccionadas por Jorge Vilda.
Es decir, España salió a jugar la final con siete titulares del Barça, que habrían sido diez u once de haber convocado Vilda a las mejores futbolistas españolas, pero con las siete, más la contribución de Alexia Putellas en los últimos minutos, el balance del Mundial español es el siguiente:
Las jugadoras del Barça han disputado 3.699 minutos en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Las del Real Madrid, 1.784. Prácticamente la mitad. Pero "el Mundial es Blanco". Además, las jugadoras del Barça han marcado más goles y ha dado más asistencias que las del Real Madrid. Las estadísticas están ahí para consultarlas.
Eso en el plano colectivo. En el individual, tres trofeos se repartieron después de la final: El de la mejor portera para la inglesa Mary Earps; el de la mejor joven para Sandra Paralluelo; y el MVP absoluto del torneo, la mejor jugadora, para Aitana Bonmatti (para la Federación Española, Aitana Bonatti). Para Aitana también es el honor del mejor gol.
Y ya nadie tiene dudas de que después de dos años de reinado de Alexia Putellas como Balón de Oro (una lesión en un entrenamiento a las órdenes de Vilda, la ha descarrilado del fútbol de elite), Aitana Bonmatí recoge el relevo. Todo queda en casa. Todo queda en el Barça. Aunque el Mundial haya sido blanco. Y el Barça, campeón de Liga, de la Supercopa y de la Champions. Solo un error burocrático atribuible al propio Barça le impidió hacer pleno con la Copa e la Reina a la que nunca asiste la reina.
Es cierto que a Olga Carmona le corresponde la gloria de recibir el MVP por marcar el gol de la final aprovechando un servicio medido de la barcelonista Mariona Caldentey. Se lo hubieran dado a cualquier otra en caso de marcar. La cuestión es que Carmona podrá presumir de ser campeona del mundo, pero cuando se ponga la camiseta del Real Madrid volverá a la cruda realidad. La de darse contra la pared cuando tenga al Barça delante, la de no ganar ningún título y la de quedarse con las ganas de empatar siquiera contra el intratable Barça.
Y es que ese es otro de los méritos de las jugadoras del Barça en la selección femenina campeona del mundo: a su lado, cualquier jugadora parece buena. Las pocas madridistas que han tenido protagonismo en el Mundial han vivido su mes de gloria.
Las mismas jugadoras que parecen vulgares enfrentándose al Barça con la camiseta del Real Madrid, se han hecho grandes apadrinadas por sus compañeras del Barça. Se han juntado con las del Barça y han experimentado lo que es el verbo ganar. Ahora, a perder otra vez. Como siempre.