Los jugadores del Dortmund celebraron la marcha de Bellingham
Bellingham no dejó buen recuerdo en el vestuario del Dortmund según recuerda el diario Bild
No es oro todo lo que reluce en Jude Bellingham, el futbolista top el Real Madrid a falta de algo mejor como Mbappé, que insiste en reirse del Real Madrid año tras año.
La cara oscura de Bellingham
El diario alemán Bild destapa algo que no coincide con la imagen angelical que la prensa de Florentino Pérez ha vendido del nuevo jugador madridista, que quedó por detrás de Pedri y Gavi en las dos últimas ediciones de los premios Kopa y Golden Boy.
Mientras que en Madrid poco menos que beatifican y elevan a los altares al nuevo fichaje, que acumula todas las virtudes humanas posibles y además es una mezcla de Messi y Zidane en el campo, en Alemania descubren la cara oscura de este jugador.
Hubo celebración en Dortmund por la marcha de Bellingham
Por lo que explican en Alemania, Bellingham no era un jugador querido por su vestuario en Dortmund, hasta el punto de que su marcha fue celebrada por sus excompañeros como una liberación.
Bellingham, que le ha costado al Real Madrid 130 millones (103 fijos más 27 en variables), no consiguió ganarse a sus compañeros del Dortmund en su anterior etapa futbolística en el Bundesliga. Y Bild afirma que los pesos pesados del equipo están contentos por su salida al sentirse liberados de su vedettismo.
Sostiene el diario que sus compañeros estaban hartos de su eterno deseo de ser el centro de atención de todos los focos, de su temperamento y de su trato abusivo a alguno de sus excompañeros. El citado medio habla de un "sentimiento anti-Bellingham" en el vestuario del Borussia Dortmund.
"Asumía poco liderazgo"
Y recuerda los graves insultos de Bellingham en el campo a Nico Schulz en un partido de Champions ante el Rangers disputado en febrero de 2022: "¡No puedes dar ni un puto pase bien, me están jodiendo! ¡Eres una puta mierda! ¡Siempre igual!".
La misma fuente recuerda las broncas de Bellingham a sus compañeros en los entrenamientos y en los descansos de los partidos. Y sus excompañeros le echan en cara que, a pesar de ser elegido como tercer capitán, prácticamente nunca ejerció como tal: "Asumía poco liderazgo y se decía que en el vestuario a veces estaba extrañamente malhumorado" y no apoyaba a sus compañeros ejerciendo de capitán.
