Bernardo Silva no es el recambio ideal de Dembélé, el precio que marca el City no está al alcance del Barça y sus salarios no son asumibles por la tesorería culé.
Al FC Barcelona le ha fallado la palanca de Barça Studios y ahora mismo tiene 60 millones en el aire que apenas le permiten inscribir a once jugadores en LaLiga Profesional.
Mientras Joan Laporta no solucione este inesperado sobresalto, no podrá dedicarse a fichar jugadores. Ni Bernardo Silva, ni Joao Cancelo. El primero no llegará gratis. El City no se caracteriza por regalar a sus estrellas, a no ser que queden libres, como en el caso de Gündogan. El segundo tiene un salario en el City que no está al alcance del Barça actual.
Ni Ferran Soriano, ni Txiki Begiristain ni Pep Guardiola darán facilidades para que Cancelo o Bernardo Silva acaben en el Barça. De hecho, el primero pudo vestir de blaugrana como cedido en enero, pero el propio Pep Guadiola varió la dirección de su destino enviándole al Bayern Múnich.
Si el City fue capaz de sacarle al Barça 55 millones para venderle a Ferran Torres y utilizar ese dinero de forma inmediata en el fichaje de Haaland, ahora pedirá bastante más por Bernardo Silva, uno de los mejores futbolistas del mundo que, de cualquier forma, no da el perfil de extremo nato, rápido y profundo, que busca Xavi tras la salida de Dembélé.
Además, ni Bernardo Silva ni Joao Cancelo entran dentro de los parametros salariales por los que se mueve el Barça. Sus salarios actuales no están al alcance de la tesorería del club que preside Laporta y se hace difícil imaginar que acepten jugar en el Barça cobrando menos de lo que puedan ofrecerles otros grandes de Europa.
Eso sí, a no ser que Joan Laporta se saque de la chistera otra solución mágica de las suyas, como la que consiguió retener un año mas a Dembélé perdiendo dinero porque tenía un gran compromiso con el club y era muy barcelonista.
Aquí nadie regala nada, y los futbolistas menos. Bernardo Silva y Cancelo solo ficharán por el Barça si en la ciudad condal mejoran las condiciones económicas que tienen en el City. De lo contrario no serán más que una ilusión pasajera en el Barça, como tantas otras.
La realidad financiera del Barça obliga a otros planteamientos, pero conviene ilusionar a la afición a apenas unos días de iniciar el exilio de Montjuic.