El Barça no se resigna a asumir las reglas del juego impuestas por el PSG y el agente de Dembélé
Golpe de efecto del Barça en el caso de Ousmane Dembélé, que después de tres días en París y de pasar la revisión médica con el PSG, ha regresado a Barcelona muy manso atendiendo al requerimiento del club para entrenarse con sus todavía compañeros a las órdenes de Xavi.
El FC Barcelona se lo va a poner difícil a Dembélé y al PSG. Además de sondear el mercado árabe y encontrar allí una oferta más rentable para todos (menos para el PSG), el Barça quiere hacerse valer descartando triquiñuelas que convertían una rescisión de 100 millones en 50.
El club ha chocado con Sissoko, el agente del jugador, y está dipuesto a ponérselo difícil bloqueando de momento la situación para obligar a Dembélé a negociar las condiciones y su parte en los 50 millones que paga el PSG.
Curiosamente, Kessié ha faltado al entrenamiento con permiso especial del club para negociar su futuro. No ha sido el caso de Dembélé, al que han obligado a venir a Barcelona procedente de París. Para él no hay permisos.
Y el jugador, pese a su habitual pose de indisciplina, ha acudido a la llamada del club sin rechistar aconsejado por su agente, que no desea que un acto de indisciplina pueda poner en peligro su botín de 25 millones de euros de dinero qatarí.
De momento el Barça no concederá al jugador el transfer para jugar en el PSG. Y se perderá el primer partido de la Ligue 1 el próximo sábado ante el Lorient en el Parque de los Príncipes.
Y hasta que el acuerdo no sea satisfactorio para los intereses del Barça, Dembélé seguirá siendo convocado para los entrenamientos en la Ciutat Esportiva. El Barça espera que el propio Dembéle consiga elevar la oferta del PSG y que su representante ceda en sus pretensiones de llevarse la mitad de lo que pague el club francés.
El Barça no lo pondrá fácil y le obligará a trabajarse su baja de acuerdo con los intereses del club.