Laporta no puede pagar a Busquets o a Mirotic, pero sí puede gastarse 4 millones en Julián Araujo para despedirle siete meses después.
Ver para creer. El Barça despide a sus mitos vivientes (Busquets, Jordi Alba, Mirotic, Jasikevicius) porque no puede pagarles, y hasta rescinde en algún caso unilateralmente sus contratos, y en cambio se permite el lujo de hacer fichajes de 4 millones que a los siete meses no sirven para nada.
Parece claro que el problema del Barça es de gestión. Expulsa talento del club para comprar medianías. Eso al menos es lo que se desprende de la decisión del FC Barcelona de desprenderse de Julián Araujo, un jugador que llegó en el mercado de invierno hace siete meses al que Xavi no quiere y con el que no saben qué hacer. Mientras tanto, Mirotic, al carrer!.
Julián Araujo no está con la expedición del Barça en Los Ángeles. Fuentes del club confirman que tiene una semana más de vacaciones para que se busque un equipo porque Xavi no tiene la más mínima intención de contar con él. ¿Para qué lo ficharon entonces? ¿Le sobran al Barça cuatro millones? De haberse ahorrado ese fichaje el club podría haberle pagado a Mirotic su ficha negociando una rebaja salarial que la estrella del baloncesto estaba dispuesto a asumir.
Julián Araujo es un futbolista mexicano que llegó en el mercado de invierno procedente de Los Ángeles Galaxy. Su llegada al Barça ya se produjo con un grave error de gestión dado que su transfer no pudo presentarse a tiempo en el plazo de traspasos marcado por la FIFA. Aún así, firmó, de manera irresponsable, por cuatro temporadas.
Siete meses después no ha debutado todavía de forma oficial por el Barcelona, que pagó 4 millones por él, aunque sí participó en el último amistoso de la temporada en Japón ante el Vissel Kobe. Xavi tuvo suficiente para saber que alguien intentó colarle gato por liebre y ya decidió que no contaría con él para el futuro, mientras los nombres que ha pedido él, Cancelo, Maffeo o Fresneda, siguen sin llegar.
Sorprende la ligereza con la que el Barça administra su dinero repartiendo millones en fichajes de dudosa rentabilidad mientras asume la fuga de talento de sus principales estrellas aduciendo problemas económicos que no existen para realizar fichajes más que cuestionables.
Es el caso de otro lateral, Mikayil Faye, un senegalés de 19 años, por el que el Barça ha pagado 5 millones sin más referencias que jugaba en el NK Kustosija Zagreb, penúltimo de la segunda división croata. De momento, Xavi no ha mostrado ningún interérs por él y no se lo ha llevado de gira.
Faye, como Araujo, es ese tipo de fichajes que llegan sin hacer ruido, por la puerta de atrás, y se marchan poco después por la misma puerta que utilizaron para llegar y sin haber aportado nada, pero dejando un coste económico.