El futbolista del Real Madrid ha compartido en redes sociales un vídeo en el que demuestra sus dotes para ser un gran guardameta.
Eduardo Camavinga es, sin duda, un futbolista polivalente, pero lo que nadie se esperaba es que tuviese ese talento bajo palos. El joven talento galo disfruta de sus vacaciones rodeado de los suyos y ejerciendo como portero ante sus amigos y familiares.
Después de que el pasado año, el bueno de Eduardo empezase jugando como volante; posteriormente, a causa de las bajas de Alaba y Mendy, acabase asentándose como lateral izquierdo; y, por fin, en el último tramo de la campaña volviese a jugar como pivote, en su posición natural; los madridistas pensaban que las capacidades de uno de sus "niños maravilla" no podían sorprenderles más.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Si el francés, la pasada temporada, demostró poder ejercer en cualquier posición de la sala de máquinas e incluso en el carril zurdo, ahora ha evidenciado que si Courtois, en algún momento, necesita descansar, allí estará Camavinga para suplir con garantías al mejor portero del mundo.
Dejando las bromas de lado, los atributos físicos y las cualidades técnicas de este chico no son propias de un chaval de su edad. A sus 20 años, el herdero del '12' blanco domina a la perfección los tempos del partido; es infalible al corte; siempre acierta en la toma de decisión; su sentido de la colocación es prácticamente perfecto; y, además, ejerce como líder dentro de un vestuario que le quiere y le respeta.
Muchos hablan de Gavi, de Pedri, de Bellingham o de Musiala, pero pocos hablan de que este chaval que viste la camiseta del Real Madrid ya ha ganado absolutamente todos los títulos posibles con el club de sus sueños y no solo eso, sino que ha sido determinante en la consecución de todos ellos.
Camavinga es talento, esfuerzo, dedicación, calidad, toque, visión de juego, capacidad para romper líneas, velocidad..., es decir, un futbolista total, un jugador llamado a dominar, desde la medular, la próxima década del fútbol mundial.
Todo ello debe conducirnos hacia una conclusión que debería convertirse en realidad y es que este muchacho es o, al menos, debería ser el próximo 'Golden Boy'.