Triste final de tres leyendas del Real Madrid que abandonan el club oliendo los billetes que no encuentran en el Bernabéu
Dicen del Real Madrid que es el mejor club del mundo. El mejor del siglo XX, del siglo XXI y del XXII, aunque no haya llegado todavía. Por definición. Cuentan que todos los cracks quieren jugar en el Real Madrid y formar parte de su historia legendaria. Ya saben, el tictac y esas cosas. Añaden que cualquier futbolista pagaría por jugar en el Real Madrid. Cualquiera menos tres.
Cualquiera menos Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos y Karim Benzema, que en los últimos años, meses y días han dejado tirado a Florentino Pérez. ¡Vaya carrerón lleva!
Cristiano Ronaldo anunció unilateralmente que se iba mientras posaba sobre el césped de Kiev con la última Champions League que ganó con el Real Madrid. "Ahi os quedáis". El portugués era el buque insignia del Real Madrid y de la noche a la mañana decidió largarse obligando a Florentino Pérez a negociar precipitadamente un traspaso de 100 millones con la Juventus a pesar de que tenía firmada con el jugador una clásusula de mil millones de euros.
A Sergio Ramos lo vendieron como el gran capitán, como el ejemplo a seguir para todos, como el máximo exponente de la furia española, como el portador del ADN blanco de lucha hasta el final. Un coleccionista de títulos que se enfrentó con Florentino Pérez y salió también por piernas del Real Madrid para irse al PSG en donde le daban los billetes que Florentino le negaba.
Dos pesos pesados dejaron plantado a Florentino Pérez antes de que Karim Benzema se sumara a la fiesta de desertores que prefieren el dinero a la gloria, la épica y la historia que proporciona el Real Madrid. Entre la grandeza del Real Madrid y los dólares de Arabia, Benzema ha elegido los dólares. Como Cristiano Ronaldo y como Sergio Ramos.
Llama la atención la diferencia abismal que se produce entre la salida de los mitos del Barça comparada con la de las leyendas del Real Madrid. Puyol, Xavi, Iniesta y Piqué en los últimos años. Busquets y Jordi Alba en los últimos días. Se van rodeados de cariño y es el club el que les pide que se vayan.
En el Real Madrid las salidas son más traumáticas. Son los jugadores quienes se van del club sin dejar el menor rastro de cariño. Florentino Pérez no tiene resuelto este tema para ser, se supone, el presidente perfecto que se espera de un ser superior.