Messi sigue esperando una oferta del Barça que no llega mientras en Arabia le ofrecen 200 millones, le aceptan a Busquets y Jordi Alba y le dicen que sí a todo.
Leo Messi no ha podido aceptar la oferta del FC Barcelona sencillamente porque Joan Laporta no le ha presentado ninguna oferta. A día de hoy, Leo Messi está más cerca de irse junto a Sergio Busquets y Jordi Alba a Arabia que de regresar al Barça.
El astro argentino solo tiene una cosa clara: no seguirá en el PSG y no renovará el contrato que le vincula al club parisino hasta el mes que viene. Leo no descubrirá sus planes de futuro hasta el 1 de julio, cuando ya no mantenga ninguna relación contractual con el PSG, pero en este tiempo seguirá avanzando en las negociación del que será su próximo destino.
De la misma manera que el contacto con Laporta se acabó con la entrevista que mantuvo su padre, Jorge Messi, con el presidente blaugrana en Barcelona hace un par de meses, la relación con Arabia va a más, de la misma manera que va a más la cifra del contrato que le ponen sobre la mesa.
Messi se quedó encallado con Laporta en lo del homenaje multitudinario en el Camp Nou que llenaría los bolsillos de todos dentro de dos años. También habló Laporta con Jorge Messi de abrir un museo monotemático dedicado exclusivamente a la figura de Leo Messi, otro negocio a medias con el club, pero sigue sin llegarle una oferta en firma para negociar a partir de ella.
Y Messi y su entorno empiezan a preocuparse, se temen otra traición de Laporta y que haya utilizado el nombre de Messi en beneficio propio para ilusionar al personal sin tener ninguna intención de afrontar la operación de su regreso.
Laporta, que en su momento dijo que él podía resolver la continuidad de Messi con un asado, jamás le propuso compartir un asado a la estrella argentina. Y no solo no logró su continuidad en el Barça sino que le despidió sin siquiera hacerle una oferta.
El Barça sigue teniendo problemas financieros y no deja de sorprender al desaparecer del club en los últimos años los salarios más elevados. Empezando por Messi, siguiendo por Luis Suárez, Rakitic, Arturo Vidal y Griezmann, y acabando por Piqué, Busquets y Jordi Alba. Se han ido los que más cobran, pero los números no le salen a Laporta.
Y Messi no entiende nada. No le seduce volver al Barça para jugar en Montjuic, pero menos todavía la falta de seriedad que le muestra Laporta, que en público da a entender que la relación es muy próxima, pero en realidad no existe.
Y mientras el Barça calla, los árabes le han subido su oferta a 200 millones netos por temporada durante dos años. Y le aceptan todas las condiciones. Y añaden a sus amigos Busquets y Jordi Alba en la operación. Le dicen a todo que sí. Nada que ver con los problemas que tiene Laporta para convencer a Javier Tebas.
Messi ha estado 40 horas en Barcelona después de ganar la liga francesa y celebrarlo en Montjuic viendo a Coldplay y comiendo con Cesc Fàbregas. En esas 40 horas no se ha visto con nadie del Barça. Nadie. Si Laporta creyera firmemente en el regreso de Leo Messi no habría dejado pasar por alto una oportunidad como esta de acercar posturas.
A día de hoy Messi está más cerca de Arabia que del Barça. Y no por falta de ganas de volver a vestir la camiseta blaugrana.
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