¿Por qué no se atreven los árbitros a expulsar a Vinicius?
Un antecedente con Cristiano Ronaldo señala el camino a los árbitros, que no ignoran el poder del Real Madrid para perjudicarles si no queda contento con su trabajo
A Vinicius le dan patadas. Sí. Como a Neymar cuando jugaba en el Barça. Neymar era un provocador. Vinicius la víctima. Como Valverde, que pasará a la historia como la víctima de las supuestas provocaciones de Baena, que, parece ser, le agredió dándole un golpe de mejilla en su puño. La historia la escriben los vencedores, y el Real Madrid está condenado a ser el vencedor eterno utilizando todos los resortes que tiene a su alcance y muy cerca.
El caso de Ayza Gámez que los árbitros no olvidan
En 2014 un árbitro valenciano, Ayza Gámez, no tuvo mejor ocurrencia que expulsar a Cristiano Ronaldo en San Mamés por un golpe que propinó a Iturraspe. Por supuesto, el Real Madrid se sintió perjudicado y envió un aviso a Ayza Gámez y al resto de árbitros planteando un pulso.
Según el Real Madrid Ayza perjudicó sus intereses. ¿Y qué pasó? El club blanco exigió, y consiguió, que Ayza no volviera a pitarle nunca más. Y el Comité Técnico de Árbitros le envió a la nevera. Pero luego hubo más. Ayza fue descendido de categoría e invitado a dejar el arbitraje. Son los daños colaterales de perjudicar al Real Madrid, que es quien mueve los hilos, aunque el Barça, dicen por allí sin una sola prueba, es el que compra los árbitros.
Como es habitual en estos casos, el Real Madrid espoleó a sus palmeros mediáticos, con voz y voto por toda la geografía española desde sus altavoces situados en la capital de España, para montar una campaña de desprestigio contra el árbitro que había tenido la osadía de expulsar a Cristiano Ronaldo.
Otros, como Gil Manzano, no solo ha expulsado a Messi, sino que en su colección para presumir en el bar con los amigos, también enseñó la roja a Luis Suárez, Neymar y Piqué. Y como todo esto está muy bien, el Comité de Árbitros no se ha sentido presionado por el Real Madrid y le mantiene en el arbitraje para que pueda seguir expulsando a Lewandowski y a quien haga falta... en la Negreira League, qué curioso.
Ayza Gámez denunció el acoso mediático que sufrió entonces por los medios afines al presidente del Real Madrid. Nada nuevo. Pasan los años y seguimos igual. La alarma mediática genera canguelo. Y los árbitros viven acongojados por el Real Madrid. Quizá por eso le pitan a los blancos 11 penaltis y al Barça 2. Quizá por eso.
Vinicius es el nuevo Casemiro
Pero el Barça compra los árbitros. Y los árbitros, que conocen la historia de Ayza Gámez y Cristiano Ronaldo, no quieren oír hablar de neveras ni de retiradas prematuras. Es más fácil aguantarle a Vinicious todas las provocaciones y menosprecios constantes, que se reproducen en todos los partidos, que plantarle cara, bajarle los humos y obligarle a comportarse como el resto de ser humanos normales.
Lo que no es normal es que a día de hoy Vinicius no haya visto todavía la tarjeta roja después de cinco años en España. Motivos no han faltado. En Girona, sin ir más lejos, el árbitro no quiso verle un codazo sin balón en juego, un pisotón y un empujón cuando ya tenía la amarilla.
Vinicius parece haber heredado la bula que durante una década disfrutó Casemiro, con el que nadie se atrevió en España y en cinco meses de Premier ya ha visto 11 tarjetas amarillas y dos rojas.
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