"El baloncesto no se merece lo que se vio en el pabellón del Real Madrid", ha dicho Mirotic refiriéndose a la violenta tangana que protagonizaron los jugadores blancos por la impotencia de un partido que tenían perdido.
Nikola Mirotic, como profesional del baloncesto, también se sintió avergonzado por el lamentable y violento espectáculo protagonizado por los jugadores del Real Madrid organizando una tangana brutal en los últimos instantes del partido de Euroliga que les enfrentaba al Partizan y que perdían por 15 puntos de diferencia a 1' 40 del final.
A Mirotic no le gustó nada lo que vio, por la imagen que ofreció el Real Madrid manchando la imagen de deportividad que siempre ha caracterizado al baloncesto. Y así lo expresó en RAC1: “No quiero opinar del desastre que han hecho otros. Que piensen cómo se lavan la cara y las manos por lo ocurrido. Pero obviamente, el baloncesto no se merece estas cosas, y menos el baloncesto a ese nivel”.
Mirotic, que fichó por el Real Madrid en edad juvenil y que creció en el club blanco, rechaza la violencia que se está generando en ese club en los últimos tiempos: las provocaciones de Vinicius, el puñetazo de Valverde, la tangana en el baloncesto... Y confirma que hizo bien cambiando al Real Madrid por el FC Barcelona, con el que se apresta a jugar una nueva Final Four para conquistar la Euroliga. Solo le falta ganar al Zalgiris un partido de los tres que le restan al playoff para estar en la final de Kaunas.
Los incidentes protagonizados por los jugadores del Real Madrid se iniciaron con una falta inadmisible de Llull utilizando la violencia contra Punter. Y Yabusele aprovechó la coyuntura para destapar los malos instintos que lleva escondidos.
Este jugador ya fue cazado, junto a Thompkins y Heurtel (expulsado del Barça por mal comportamiento), en una salida nocturna y clandestina a una discoteca en Atenas escapándose de la concentración del Real Madrid en la víspera de enfrentarse al Panathinaikos en 2022. Como premio, el Real Madrid le renovó el contrato hasta 2025.
Poco después, a Yabusele se le vio en el Palau amenazando e intimidando a un árbitro instándole a cambiar una decisión que no le gustó. Como Vinicius, más o menos. Pero éste protestaba chocando su nariz con la del árbitro y poniendo sus 120 kilos como argumento. Por su puesto, ni el Real Madrid ni la ACB le sancionaron, lo que le dio alas para proseguir con su conducta agresiva en las pistas.
Y esta temporada se le vio en una derrota del Real Madrid en Vitoria, ante el Baskonia, agarrándose sus partes como respuesta a los silbidos que recibía del público local.
Lejos de castigar su comportamiento para enderezarle dentro de los cauces deportivos, Yabusele solo recibe premios. Y hasta la afición del Real Madrid le premió con una ovación en el regreso a las pistas tras la tangana de Belgrado, por la que fue castigado de manera muy leve: solo cinco partidos.
En el Real Madrid pasan estas cosas. Se aplaude a los violentos. Empezaron con Juanito, siguieron con Pepe y Mourinho, y continúan con con Vinicius, Valverde y Yabusele. La imagen que está ofreciendo al Real Madrid al mundo es lastimosa. Demasiados borrones en muy poco tiempo.
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