Hace dos semanas hablaban de "cagómetro". Ahora, con el Madrid en el retrovisor a 9 puntos, no tienen más recurso que insistir con Negreira, aunque sigue sin salir un solo árbitro que admita la compra de un partido.
Cuando el Barça perdió en Almería la claca mediática de radicales del periodismo que domina el escenario capitalino habló de "cagómetro", de que el Barça se hundiría, el Real Madrid lo ganaría todo y llegaría al clásico a tres puntos de los catalanes y dispuesto a salir del clásico del Camp Nou como líder. Son los pronósticos de Tomás Roncero y esa serie de adivinos de tres al cuarto que viven de ilusiones mientras pueden, hasta que la realidad les pone en su sitio.
Y la realidad es que el Barça del 0-1 y 1-0 que apunta a campeón no solo no perdió en San Mamés, sino que salió de aquella encerrona vivo, sin lesionados (un milagro) y con los tres puntos. Y ahora vuelven a ser 9 los puntos que separan al Real Madrid del Barça, que va lanzado a por el triplete mientras el Real Madrid vuelve a agarrarse al clavo ardiendo de la Champions, que consiste en salvar la temporada mostrando buen nivel en siete partidos. No hace falta más.
Pero el escozor y las indisgestiones que producen los 9 puntos en la Caverna les deja retratados. En El Chiringuito alguno llegó a decir tras la derrota del Barça en Almería que el campeón de LaLiga sería el Real Madrid. Y como eso no va a ser así porque las ilusiones no siempre tienen que ver con la realidad, al madridismo mediático, radical, servil y agradecido que se lleva en Madrid no le queda más solución que apelar a Negreira.
Y de eso irá la semana previa al clásico, de que el Barça es una "mafia", como manifestó San Mamés, y que el Barça "compra los partidos", aunque el Real Madrid sea el equipo que ha disfrutado de más penaltis a favor y el que más veces ha acabado jugando contra diez rivales. Pero eso es igual. Calumnia, que algo queda.
Y eso que Ancelotti niega que exista corrupción en el fútbol español. Pero eso no amilana a estos aspirantes a fiscales de pacotilla, que han dictado sentencia antes de que la realidad, como sucede en los terrenos de juego, les impida proseguir con su campaña de difamaciones. Ya ni se dignan a ponerle delante el "supuesto". El Barça, para ellos, ha comprado a los árbitros. Y curiosamente lo ha hecho perdiendo Ligas y sufriendo injusticias mayúsculas. Pero alguién ha decidido que el Barça compra los árbitros y ahora va de eso. Y eso que no tienen la prueba del delito. ¿Ha compra el Barça árbitros? ¿Qué árbitros? ¿Qué partidos? ¿Dónde están las pruebas? ¿Y si no hay pruebas por qué se da por hecho? ¿Las facturas eran necesariamente para comprar árbitros o para otras cosas?
Los 9 puntos son de difícil digestión y ésta va a ser una semana de vómitos para quien no tiene argumentos deportivos para cuestionar a un líder que es capaz de salir de la guerra de San Mamés ileso y con los tres puntos en el bolsillo.
¿Cagómetro decían? Sucediendo en el clásico lo peor que le puede pasar al Barça, que es perder, el Real Madrid seguiría a seis puntos. Pero el cagómetro está en el Barça, naturalmente. Y si gana el Barça, será por Negreira y los árbitros comprados. Está todo calculado para hacer feliz a ese presidente que ha traicionado a Joan Laporta de manera vil. Aunque no es culpa suya, a estas alturas de la película ya debería saber que Florentino Pérez no es de fiar. Por mucha Superliga que haya por medio.