El Real Madrid no ha tenido la misma fortuna que el FC Barcelona en el sorteo de los octavos de final de la Copa del Rey.
Al equipo que dirige Carlo Ancelotti le ha tocado un duro enfrentamiento fuera de casa, más concretamente en el Estadio de la Cerámica contra el Villarreal, equipo que LaLiga Santander que dirige Quique Setién.
Para llegar hasta octavos de final, el Villarreal ha tenido que superar tres eliminatorias con anterioridad.
En la primera superó al débil Santa Amalia por un contundente 0-9, en la segunda sufrió para derrotar al Guijuelo por 1-2, mientras que, en la siguiente, tuvo que remontar un 1-0 inicial del Cartagena para terminar venciendo por 1-5.
Fue un partido de lucha en el que los jugadores blancos tuvieron que ponerse el mono de trabajo. Además, las condiciones del terreno de juego no invitaban a las florituras y había que solucionarlo luchando tanto o más que el rival, porque a base de fútbol no podía ser.
Misión cumplida: Un golazo de Rodrygo coloca al Madrid en los octavos de la Copa (0-1)
Y entre las conclusiones finales hay que destacar las dudas que generó Lunin en la portería y el buen momento de Militao mandando en el área. El estado del césped no dio para más y ya resultó suficiente el gol de Rodrygo si vino acompañado por la ausencia de lesiones.