El Mundial de Qatar ya es historia y Argentina fue la vencedora, algo que no todo el mundo pronosticaba.
Argentina ansiaba volver a ganar un Mundial, puesto que el último de los dos que atesoraba databa de un ya lejano México 86. Maradona, el mito, comandaba una seleccón que tenía también escuderos de calidad como Valdano o Pasarela y que hicieron feliz a un país con el título y también por aquella victoria contra Inglaterra que además tuvo quiz el gol más bonito de los Mundiales en aquella jugada donde Maradona se iba de todos sus oponentes.
Ahora tocaba afrontar otro Mundial después de tantos fracasos y el último de Messi, que a sus 35 años veía ya la última oportunidad, en una carrera que parecía algo alicaída desde que partió del FC Barcelona al PSG.
Nada más comenzar el Mundial Argentina veía como era vencida por Arabia Saudí, una derrota inesperada que hacía presagiar lo peor. Se hablaba de la falta de calidad de los de Scaloni, de que Messi volvía a no ser ese líder en las grandes ocasiones con la albiceleste. Vamos, un clásico en Argentina, que solo parece había tenido un paréntesis en la última Copa América.
Después del mencionado 2-1 de Arabia Saudí, las aguas volvieron a su cauce ganando a México y Polonia, así como a una Australia que fue una de las revelaciones del campeonato. Tocaba atarse los machos si se quería ir a por el Mundial, los cuartos de final, donde en un partido bronco y competido se impusieron a la Holanda de Van Gaal. Una victoria no sin sufrimiento por penaltis 4-3.
La semifinal se jugó contra la siempre competitiva Croacia, que acabó con un 3-0 que evidenció, si es que alguien dudaba, que Argentina iba a por la victoria.
La final contra Francia se encuentra entre las mejores de la historia y a partir del minuto 80 se convirtió en lo que adoramos todos los amantes del planeta fútbol. Una locura de emociones y de goles, que acabó con una prórroga y penaltis inolvidable. Las casas de apuestas en Argentina daban una ligera ventaja a la albiceleste que se confirmó.
Messi fue el más grande, pero además también pudimos ver como crecieron nombres como Acuña, Romero, De Paul Paredes o los dos Martínez. Y sí, Di María volvió a marcar diferencias. Mucho trabajo y la ilusión por algo que todos deseaban, dar el Mundial a un Messi que lo había ganado todo.
Messi en los últimos años ha dado la vuelta a su historia con la selección. A nivel de club, su marcha en el PSG vivió críticas y decepcionantes rendimientos en lo personal y también de su equipo. La victoria en la última Copa América fue el primer síntoma de que se podía hacer algo grande.
La labor de Scaloni como entrenador consiguió el objetivo que nadie había logrado, concitar a un equipo alrededor de Messi, el cual tuviera capacidad de ser competitivo cuando el rosarino no tuviera su mejor día. La labor de equipo es fundamental si se quiere ganar un Mundial y en este sentido Argentina ha dado el nivel.
Ganar el Mundial es un continuo sorteo de obstáculos y para ello hay que estar muy unidos y no depender únicamente de la calidad, pues hay muchos equipos de kilates que han terminado yéndose antes de tiempo. Enhorabuena Argentina pues, tanto a Messi como a su equipo.