Sin Karim Benzema Francia ganó el Mundial de Rusia en 2028. Y sin el delantero del Real Madrid, los bleus caminan a toda velocidad hacia una nueva final del Mundial con la intención de repetir título.
Y lo hacen sin el Balón de Oro y con dos jugadores del Barça en su once titular. Dos jugadores del Barça y Mbappé, cuyo simple apellido huele a chamusquina al entorno mediático al servicio de Florentino Pérez.
Mbappé es el pichichi del Mundial. Y lo acabará siendo si Leo Messi o Giroud no dicen lo contrario. Cada gol que marca Mbappé provoca un retortijón intestinal entre quienes sostuvieron la mentira de los guiños, el "tranquilos" y el tictac de su fichaje por el Real Madrid.
A la hora de la verdad, Mbappé dejó plantado ante el altar a Florentino Pérez y, desde entonces, el ejército mediático afín a los principios fundamentales del movimiento de Florentino ruge contra él, porque "no ha querido cumplir su sueño" y "no ganará el Balón de Oro si no juega en el Real Madrid".
Lo cierto es que Mbappé está a dos pasos de ganar su segundo Mundial con solo 23 años y para ello no ha necesitado fichar por el Real Madrid. Y el Balón de Oro ya lo acaricia con los dedos. Todo dependerá de lo que haga en los dos próximos partidos.
Benzema ha empezado a perder su reinado en el Balón de Oro. Está claro que para Francia no es imprescindible. Francia también sabe ganar sin él. Lo que parece más cuestionable es que Francia sea capaz de aspirar a algo sin Mbappé, el crack que se atrevió a rechazar al excelentísimo Florentino Pérez para despreciar al Real Madrid.