El Barça queda a la espera de un milagro, pero virtualmente eliminado de la Champions League, lo que supone un tropezón económico de incalculables consecuencias.
El Barça de las palancas, de los fichajes espectaculares de Mateu Alemany, de la plantilla de película, el de "ganar, ganar y ganar", es un equipo de Europa League. Nos tenían engañados. El Barça no ha sido capaz de vencer en el Camp Nou al Inter con 92.000 personas entregadas y queda a la espera de un milagro de esos que en el fútbol ya no se producen. Ni con Lewandowski. El Barça está virtualmente expulsado de la Champions League después del 3-3 ante el Inter.
El aviso del Celta lo ha confirmado el Inter y la semana se puede convertir en trágica si Xavi no encuentra una solución antes del clásico del Bernabéu. Este Barça no juega bien, ha perdido la frescura que exhibió en los primeros partidos de la temporada y ya se sabe que no es el Real Madrid. El ADN del Barça pasa por jugar bien para ganar. Y cuando no juega bien, como hoy, no gana, aunque Mateu Alemany diga lo contrario.
Todos sabíamos cómo iba a jugar el Inter. Xavi sabía que pondrían el autobús atrás. Y los jugadores no ignoraban que había que poner un plus de intensidad para doblegar a los italianos. Y ese plus no se ha visto más que en los diez minutos finales. Con la diferencia de que el Barça no sabe recurrir a la heroica para ganar. Necesita llegar al final con el triunfo atado.
Y con Piqué, Busquets y Sergi Roberto en el campo, y Frenkie De Jong en el banquillo, lo más fácil es que las cosas acaben saliendo mal.
Dembélé ha ilusionado al barcelonismo con su gol en la primera mitad. Pero tras el descanso Barella ha bajado al barcelonismo de la nube con el empate. Lautaro agravó el susto con el 1-2, aprovechando dos errores clamorosos de un Piqué que ya no está para estas historias. Tiene otras muchas otras de qué ocuparse, pero lo de liderar la defensa del Barça le viene ya muy grande.
Era el minuto 63. Quedaba más de media hora por delante. Quien más quien menos esperaba una reacción furiosa del Barça. Pero no se ha producido. Parecía que los jugadores no eran conscientes de lo que se estaba ventilando. Lewandowski, otra vez aislado por el centro del campo del Barça, apenas ha aparecido en el partido. Y los minutos iban pasando. Y por fin ha llegado el gol de Lewandowski que igualaba a dos el partido. Y entonces sí, el Barça se ha desmelenado. Pero ya era tarde.
A este equipo le sobra calidad y le falta ardor guerrero, quiza amodorrado y anestesiado por el toque exquisito que reclama el entrenador. Lo cierto es que Gosens ha aprovechado los riesgos asumidos por el Barça, que ha acabado jugando con Lew3andowski, Dembélé, Ansu Fati y Ferran Torres y ha anotado el 2-3 que parecía definitivo. Pero el Barça ha seguido apretando y ha llegado un nuevo gol de Lewandowski que sirve de bien poco.
El Barça no está matemáticamente eliminado de la Champions, pero necesita sumar cuatro puntos más que el Inter en los dos partidos que restan. Es decir, necesita ganar a Bayern y Viktoria a domicilio y esperar a que el Inter pierda con el Bayern y al menos empate con los checos. Imposible.
Esto es lo que hay. Seguro que Joan Laporta, una vez hecha la digestión de su opípara comida en el Via Veneto, habrá empezado a hacer cuentas. El club tenía presupuestado alcanzar los cuartos de final de la Champions League. Habrá que intentarlo en la Europa League, pero los ingresos no son los mismos. El círculo virtuoso que debía poner en marcha la maquinaria del club no funciona. Si no hay resultados en el césped, la economía se resiente. Y las palancas se acaban.
Este resultado supone una ruina absoluta para el club. Institucional, deportiva y económicamente. ¿Habrá que volver a pedir a los jugadores que se rebajen el sueldo porque con su trayectoria en la Champions no se les puede pagar? Alguno hoy lo ha merecido. Este Barça no está hecho para la pelea. Y hoy tocaba pelear. Gavi ha sido el único que se ha pegado con los italianos. Los demás, finos estilistas. Y eso ya no se lleva. Pero en el Barça no aprenden. ¿Hará falta caer una tercera vez en la fase de grupos de la Champions para reaccionar? El fútbol evoluciona, pero el Barça no.
FC Barcelona: Ter Stegen, Sergi Roberto (Kessie, 72''), Piqué, Eric Garcia, Marcos Alonso (Balde, 72'), Busquets (De Jong, 64'), Pedri, Gavi (Ferran Torres, 81'), Raphinha (Ansu Fati, 64'), Lewandowski y Dembélé
Inter: Onana, Skriniar, De Vrij, Bastoni (Acerbi, 85'), Dumfries, Barella (Asllani, 85'), Çalhanoglu (Gosens, 75'), Mkhitayaran, Dimarco (Darmian, 66'), Lautaro Martínez y Dzeko (Bellanova, 75')