Los agentes de Busquets no creen que LaLiga acepte la propuesta que les ha hecho el Barça.
Sergio Busquets y la cúpula de los hombres de confianza de Joan Laporta se han reunido para buscar una solución a la propuesta del club de rebajar la ficha del jugador, tal y como ha sucedido con Gerard Piqué.
Pero la situación es muy diferente en el caso de Busi, que acaba contrato el 30 de junio de 2023 y está firmemente decidido a cerrar su etapa en el Barça para marchar con su amigo Messi a la MLS en las filas del Inter de Miami. De hecho hubo cena en la cumbre en Barcelona con el argentino para acabar de perfilar el asunto.
Llegados a este punto, no parece tener salida la oferta que le ha hecho el Barça a Busquets de prolongarle un año el contrato para diferirle el salario repartido en dos años.
Los representantes del jugador entienden que LaLiga no aceptará el pago diferido en dos años si Busquets no acepta la prolongación de su contrato por un año más.
Y en este punto el Barça valora aceptar la voluntad del jugador, contemplando en su nuevo contrato su marcha al término de la presente temporada, pero el club ganaría tiempo de cara a pasar el control de la LFP, que nunca aceptaría un pago en diferido sin que el jugador tenga el contrato en vigor.
La Liga de Tebas no aceptará que Busquets firme por dos años y rompa el contrato al término del primero mientras sigue cobrando lo que le adeuda el Barça por su segundo año.
La diferencia con Piqué es que al central ya le va bien firmar por dos años porque no tiene otros planes a corto plazo.