El Real Madrid acusó en Las Vegas los días de ventaja que le lleva el Barça en su preparación.
Cuando un equipo dispone de un futbolista que está llamado a ser el Balón de Oro de la temporada, y no lo pone en juego, lo normal es que se resienta. Y si, además, hablamos del primer partido de la pretemporada, no debe sorprender a nadie que al equipo le faltara ritmo e intensidad en su juego. Eso es lo que le ha pasado hoy al Real Madrid en Las Vegas, en donde ha perdido el clásico amistoso con el Barcelona derrotado por un gol de Raphinha.
Si hay un clásico que se puede perder ese es éste. No había nada en juego. Pero habría que cuestionarse por qué el Real Madrid ha planificado la temporada debutando ante un Barcelona más rodado y con apenas una semana de entrenamiento. El clásico ha sido inorportuno para los blancos y los culés se han aprovechado.
Sorprendente ha sido la decisión de Ancelotti de colocar a Rüdiger de lateral izquierdo dejando a Alaba en el centro de la defensa. Tampoco ha funcionado el experimento de Hazard. Benzema es mucho Benzema y a día de hoy no tiene recambio en el Real Madrid. Hazard, desde luego, no lo es.
De todas formas, aún admitiendo la superioridad física del Barça, con más horas de vuelo y de preparación, el rumbo del partido pudo haber cambiado si en el minuto 17 un disparo de Valverde hubiera entrado en la portería de Ter Stegen en lugar de estrellarse en el poste.
Diez minutos después Raphinha agradecía un servicio impecable de Militao para anotar el 1-0 que ya no se movería en la portería de Courtois con un gran disparo.
El Barça presionaba por todo el campo y al Madrid le fallaba el físico para responder. Vinicius no tuvo su día y solo Courtois estaba a su nivel, confirmando que es el mejor portero del mundo y con mucha diferencia sobre los demás.
Pero no es bueno para el Real Madrid que su mejor jugador sea el portero. Los dos fichajes, Tchouaméni y Rüdiger, que salieron como titulares, pasaron desapercibidos. Y tampoco funcionó el centro del campo alternativo con Tchouaméni, Camavinga y Valverde. En la segunda mitad, ya con Modric, Kroos y Casemiro, el aspecto del partido cambió, el Real Madrid se hizo con el mando del juego y las aproximaciones blancas fueron más peligrosas.
Lo de hoy hay que considerarlo como un experimento. No puede ser más. El único problema es que el rival era el Barça y contra el Barça nunca se puede perder. Pero ya llegarán partidos en los que se jueguen algo. Y ahí aparecerá el Madrid de siempre. El de Las Vegas no era el Real Madrid.
Real Madrid: Courtois, Lucas Vázquez, Militao, Rüdiger, Alaba, Camavinga, Tchouameni, Valverde, Rodrygo, Hazard y Vinicius. Asensio, Mendy, Modric, Kroos, Casemiro, Nacho, Vallejo y Odriozola.
FC Barcelona: Ter Stegen, Araujo, Èric Garcia, Christensen, Jordi Alba, Busquets, Gavi, Pedri, Raphinha, Ansu Fati y Lewandowski. También jugaron Dembélé, Aubameyang, Balde, Kessie, De Jong, Sergi Roberto, Memphis, Dest, Iñaki Peña, Nico González y Piqué.