Sergio Busquets y Jordi Alba protagonizaron la cacería culé en Las Vegas.
La misma historia de siempre. El FC Barcelona siempre tiene el favor de la prensa y se le describe como un equipo que quiere tener la pelota y disfrutar el juego, pero la realidad es que es un equipo tosco, duro y que juega al límite de la legalidad... Incluso en los partidos amistosos en los que no se está disputando nada.
Desde que llegó Xavi al banquillo del FC Barcelona, el equipo español se convirtió en uno de los más duros de la liga. Esto lo pudimos ver en El Clásico, que el Real Madrid se tomó como un partido más de preparación para la Supercopa de Europa, mientras que los culés querían ganarlo por lo civil o por lo criminal.
Los líderes de la cacería que preparó Xavi en Las Vegas fueron los de siempre: Sergio Busquets y Jordi Alba, que aunque digan lo contrario, tienen la espinita clavada de no haber visto en su vida la camiseta del club más grande de la historia, el Real Madrid.
En la primera mitad se produjo una tangana por culpa de varias entradas criminales. Todo comenzó con una acción en la que Vinicius comenzó a sortear rivales prácticamente en su propio campo, recibiendo un entradón de Busquets en el tobillo del que pudo escaparse, luego una patada de Gavi y, por último, otra de Jordi Alba.
En el segundo tiempo, Sergio Busquets volvió a ser el protagonista de la cacería, dándole la bienvenida al partido a Luka Modric con una plancha a media altura que tocó en el pie del internacional croata y poseedor de un Balón de Oro.
Por suerte para el Real Madrid y por desgracia para el Barcelona, no hubo que lamentar ninguna lesión grave. Menos mal que Ancelotti se guardó a Benzema.