"Para volver a casa por Navidad, primero tengo que saber qué hay de cena", ha dicho Pablo Laso refiriéndose a un posible regreso al que siempre será su club.
Pablo Laso, técnico victorioso del Real Madrid de baloncesto durante los últimos 11 años, ha tenido que abandonar el club después de sufrir un infarto de miocardia. El club blanco entendió que la salud estaba por encima de cualquier interés deportivo y optó por apartarle del banquillo de su equipo para evitar una posible recaída. Una vez superado el percance, Laso no se ha tomado bien la decisión del club y hoy ha expuesto su versión en la presentación del campus que lleva su nombre.
Después de acabar su andadura como técnico del Real Madrid “por razones médicas única y exclusivamente”, según explicó el club, Laso respondió que "estoy feliz de compartir con todo el mundo que tengo la confirmación plena y expresa de los médicos que me han atendido de que puedo entrenar profesionalmente a cualquier club de baloncesto".
Y hoy se ha expresado en profundidad respondiendo a la decisión del club: “No sé cómo me veis, yo estoy bastante bien. Sufrí un infarto después del segundo partido de semifinales, gracias al médico del club, ingresé rápido, un infartito, como me ha dicho algún médico. Tengo una función normal en el corazón, sin cicatriz ni nada, ninguna secuela, corazón perfecto, al séptimo día estaba ya entrenando, he tenido esa suerte. Doy las gracias a Miguel, como médico del equipo y a Sanitas por cómo se portaron conmigo desde el primer día, por cómo me atendieron. La situación no tiene mayor historia que la que estoy explicando, solo deciros que me encuentro bastante bien. Obviamente ahora no soy el entrenador del Real Madrid, después de 11 años en el club solo puedo estar agradecido: al presidente, a la junta directiva, a la afición, incluso a las aficiones rivales que admiran al Real Madrid y quieren ganarle. Y a la gente que ha tenido la suerte de estar conmigo durante los últimos 11 años, más que trabajadores, son amigos. Tener la suerte de trabajar con amigos es un privilegio. Doy las gradas por haberme permitido durante once años entrenar y hacerlo en un club del nivel del Real Madrid”, ha empezado diciendo.
Laso se ha referido también al campus que lleva su nombre y que ha puesto en marcha: “Nunca habíamos tenido tanta presencia en la presentación del Pablo Laso Training Camp. Llevamos ya cuatro años, un campus al más alto nivel, tenemos jugadores de seis o siete nacionalidades, también hemos aumentado el número de jugadoras, lo cual es un orgullo. Estamos encantados de que vuelva a ser un éxito en cuanto a asistencia. Contamos con entrenadores top en todos los niveles. Queremos que los jugadores se vayan habiendo mejorado como jugadores y como personas”.
Y cuando le han preguntado por su futuro como entrenador, ha dicho: “No estoy buscando un equipo para entrenar; quiero hacerlo, pero no voy a entrenar por entrenar. Por mi manera de ser tengo que ilusionarme con las cosas que hago, este campus me ilusiona. No estoy buscando un sitio para entrenar mañana, lo que espero es que me llegue una oportunidad que me transmita la ilusión que necesito”.
Sobre la filtración de determinados informes médicos, Laso ha mostrado su disgusto: “Que se enteren por la televisión algunos de mis familiares de algo que te pasa no es lo más agradable. Mi madre tuvo que llamar a mi mujer para ver qué me ocurría. Los datos médicos son confidenciales, ya me expongo mucho aquí explicando cómo estoy. A nadie le gustaría que sus datos médicos se hicieran públicos”.
También ha valorado la postura del Real Madrid, que sostiene que la decisión de apartarle de su banquilla es exclusivamente médica: “Si estaban tan preocupados por mí, agradecería que me hubieran dado todos los informes médicos posibles. Estoy bien porque la gente que me ha tratado es la que me ha transmitido la certeza de que soy una persona bastante normal”.
A Laso no le ha gustado la manera de acabar su ciclo en el Real Madrid: “No considero cómo ha sido mi final, pero sí que estaba muy ilusionado por formar un gran equipo y hacer una gran temporada, la próxima. Entiendo que el Madrid haya decidido prescindir de mí. ¿Un ciclo? No sé cuánto es eso, ¿once años, tres…? Pueden ser tres meses. Me entristece que Pablo Laso no vaya a entrenar al Real Madrid el año que viene”.
También se ha referido a la rescisión de su contrato: “Hemos rescindido de mutuo acuerdo. Cuando me transmiten que no voy a ser el entrenador del primer equipo, ya no pintaba nada en el club. Yo los informes médicos del Madrid no los tengo, yo tengo los mío. Si el Madrid tiene otros informes, que me los pase para verlos. Me fío de mis informes personales”.
Preguntado por los nombres propios de su salida, no ha querido mencionarlos: “Claro que los hay, el primero el de Laso, luego el del club”. Y ha precisado la propuesta que le hizo el Real Madrid: “La primera prioridad para mí es la salud. Un ejemplo. Si estuviera loco por entrenar en un partido, pero pusiera en riesgo mi salud, no entrenaría. Carroll lo explicó bien, dijo que la decisión es médica y de mi familia, eso dijo Jaycee. Entrenar en baloncesto no lo considero una actividad tan importante, sí lo es ser un piloto de avión. El Madrid no me ofreció una oferta formal, solo me dijo que corría mucho riesgo y que ya iríamos viendo”.
Laso deja en el aire la posibilidad de que la decisión ya estuviera tomada antes de su percance médico: “La pregunta es para el Real Madrid, pero ellos pusieron que solo era por razones médicas, puedo tener mi opinión, pero no voy a hablar de conjeturas. Mi sensación es que estaba entrenando y dando el máximo por el equipo”.
Y ha añadido: “Mis sensaciones después de ganar la Liga es que el equipo ha trabajado muy bien. El equipo ha hecho una buena temporada. Pero mis sensaciones dan igual, porque es el Real Madrid el que decide. Lo que no veo coherente es que si estoy apto para entrenar, y no dirigí la final porque pensé que era lo mejor para el grupo, y salió bastante bien, por cierto, luego eso es lo que se diga (lo contrario) para que yo salga del equipo, eso no lo entiendo, pero lo acepto. No pienso mucho en volver a entrenar”.
Y le ha deseado lo mejor a su sucesor, Chus Mateo: “De la reacción de los jugadores me siento muy orgulloso, me valoran como entrenador y como persona, es un orgullo. Pero también la persona que me para por la calle y me transmite ese orgullo, me emociona, al nivel de Doncic y Tavares. Gente que muestra sus sentimientos. ¿Chus Mateo? Si yo no entreno al Real Madrid, cómo me voy a preocupar de quién lo entrena. Tengo mucho cariño y respeto a Chus y le deseo lo mejor”.
Laso se va dejando abierta la puerta a un posible regreso al Real Madrid: “Cuando algo lo consideras tu casa, cómo no vas a volver. Pero si el que hace el anuncio de volver a casa por Navidad no vuelve, tampoco pasa nada. El Madrid es mi club y eso no va a cambiar. ¿Volver? No lo sé, es muy difícil responder”.
El ya ex técnico madridista ha valorado la oferta del Estrella Roja de la que se habló pocas horas después de dejar el Real Madrid: “Tengo un gran respeto al Estrella Roja como club, pero no conozco al presidente. Me causó mucha sorpresa que se hablara de mí, porque no había tenido ningún contacto con ellos. Cuando indagué sobre el tema, mi agente no sabía nada. El propio presidente salió a desmentir la noticia posteriormente, pero si sale mi nombre será porque he hecho bien las cosas”.
Laso ha matizado también que sus relaciones con el Real Madrid no son malas: “Mal no hemos acabado, la rescisión es de mutuo acuerdo y conservo muchísimos amigos. ¿Lo que me ilusionaría para el futuro? No te puedo contestar ahora, casi todos los equipos tienen entrenador. No sé si la Euroliga, la liga provincial o la NBA”.
Y se ha mojado sobre su decisión de apartar del equipo a Heurtel y Thompkins. “Hablar de Heurtel y Thompkins sería absurdo. ¿Que con Heurtel hubiéramos ganado la final de la Euroliga? O quizá con él no hubiéramos jugado la final. No es hablar bien de uno o de otro, esa es la realidad, no se puede jugar a ser adivinos. Siempre tomé las decisiones pensando en el bien del equipo, igual que cuando decidí no dirigir los partidos de la final”.
Le han preguntado por su relación con Juan Carlos Sánchez, responsable del baloncesto en el Real Madrid, después de que se haya sabido que sus diferencias eran grandes: “Si os pregunto si tenéis una relación a muerte al 100% con vuestro jefe, nadie la tiene, puede haber diferentes opiniones. Imaginad que el Unicaja quiere fichar a Pablo Laso y Pablo quiere fichar a LeBron, para eso, pensará el Unicaja, ficho a LeBron directamente. En un equipo hay que mirar hacia delante y la productividad en estos once años ha sido buena”.
Ha negado que deje enemigos en el club: “Por mi manera de ser no tengo enemigos, sino que cuento que tengo amigos. Hay gente de la que obviamente tienes que apartarte en tu vida, eso le pasa a todo el mundo. A la persona que aparto de mi vida no la considero un enemigo. A esas personas no las quiero, no las tengo, ¿que me consideren a mí un enemigo? No lo sé. ¿Y una posible vuelta? Para volver a casa por Navidad primero tengo que saber qué hay de cena”.
Y ha sido claro sobre su situación médica: “Si me preguntas que si yo tengo un escrito en el que un médico me autorice a entrenar, no, no lo tengo. Puedo tenerlo cuando quiera, pero lo que necesito es que un equipo me quiera y entonces me haga un reconocimiento médico”.
También ha desvelado sus últimos contactos con Florentino Pérez: “No he hablado personalmente con él, pero sí he tenido contacto vía telefónica, me ha deseado mucha suerte y yo a él”.
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