Dembélé vuelve a la Ciutat Esportiva, saluda a los que seguirán siendo sus compañeros, asiste a la charla técnica de Xavi y se entrena junto al grupo.
Así es Dembélé. Desde el 30 de junio está sin equipo, pero hoy ha acudido a la Ciutat Esportiva Joan Gamper para ejercitarse con sus compañeros. En plan polizón y sin papeles. Aunque en realidad, el hecho de que volviera al vestuario del Barça y se entrenara con sus compañeros indica que su renovación está cerrada y sólo a la espera de formulismos para hacerla oficial.
Lo cierto es que la presencia de Dembélé ha impactado a sus compañeros. A todos menos a su íntimo Aubameyang, que tenía información sobre los planes del internacional francés. De esta manera Dembélé pone el punto y final al culebrón de su continuidad en el Barça que ha durado casi un año y confirma el rumor que ha circulado en las últimas horas de que ha alcanzado un acuerdo con Laporta para renovar por dos años más.
Dembélé finalmente hizo caso a Xavi y ha decidido seguir en el Barça aceptando una reducción del 40% en su salario. Y no ha podido esperar a que el club lo haga oficial. Así que hoy ha aparecido en la Ciutat Esportiva para saludar a sus compañeros, se ha vestido de corto y ha asistido como uno más a la charla técnica de Xavi pese a que oficialmente no ha renovado su contrato con el Barça.
Ni siquiera ha pasado la revisión médica preceptiva en todos los jugadores antes de tomar parte en el primer entrenamiento de la temporada. Como siempre, Dembélé ha ido por libre, a su bola, y ha sido recibido con una ovación por sus compañeros, que en ningún momento fueron informados del estado de las negociaciones para seguir en el Barça.
Después de dar este paso es evidente que Dembélé no pondrá ninguna traba a la oferta que le ha presentado Joan Laporta y que oficiosamente ha sido aceptada por su representante. Dembélé pasará de cobrar 12 millones netos a 7 y seguirá perteneciendo al Barça dos años más.
La continuidad de Dembélé, que viajará con sus compañeros a la gira norteamericana que se inicia con un clásico, no afecta a la llegada de Raphinha, un problema para Xavi Hernández a la hora de hacer las alineaciones.