Mbappé fuerza la marcha de Leonardo y Pochettino y desarticulará también el clan argentino del vestuario del PSG en el nuevo orden impuesto en el PSG.
Leo Messi se las prometía muy felices con la marcha de Kylian Mbappé al Real Madrid. Con su salida podría volver a ejercer el liderazgo de su equipo, como hizo en su época del Barça. Pero la continuidad de Mbappé cambia radicalmente las cosas.
Mbappé seguirá en París en un club que se pone a su disposición para ejecutar sus deseos y caprichos. Mbappé no solo será el futbolista mejor pagado del mundo, sino que tendrá mando en plaza en el PSG. No se hará nada sin su consentimiento y sus deseos serán órdenes en el club.
De momento, Leonardo y Mauricio Pochettino, ya pueden empezar a hacer las maletas. Mbappé no les quiere a su lado. Jugadores como Di María también saldrán del club, para desespero de Leo Messi, que pierde un amigo importante en la plantilla. El próximo despido podría ser el argentino Paredes, también afín al argentino en el vestuario del PSG. Tampoco seguirán Mauro Icardi y el español Ander Herrera está también más fuera que dentro.
Mbappé ha renovado por el PSG porque, entre otras cosas, le han prometido el mando absoluto en el vestuario. Ya no formará parte del clan francés, cuyos jugadores le respaldaban y estaban a su lado. Ahora quiere a todo el vestuario volcado con él y con el objetivo de ganar la Champions y el Balón de Oro a su manera.
Y Messi deberá adaptarse al nuevo orden. Si ya su primera temporada en el PSG ha sido oscura, la segunda lo será aún más. Su papel quedará reducido a servirle balones a Mbappé para acrecentar su brillo y lucimiento personal. Lo tomas o lo dejas. Mbappé ya no es un crack más. Ahora es el amo. Y eso le va a costar entenderlo a Messi, que no está acostumbrado a jugar a las órdenes de nadie.
Para Messi no va a resultar sencillo vivir a la sombra de Mbappé y en una estructura formada al servicio de la estrella francesa. Empezando por Luis Campos, su hombre de confianza en Mónaco, que asumirá las riendas en sustitución de Leonardo, con quien Mbappé nunca llegó a congeniar. Y ahora toca buscarle sustituto a Pochettino. Probablemente Mbappé impondrá a un técnico francés.
Mbappé quiere que sea Zidane el nuevo entrenador del PSG, pero al exmadridista no parece ilusionarle meterse en el avispero que es el PSG y sigue en la cola de la selección francesa esperando a que Didier Deschamps lo deje.
El actual entrenador del Niza, Christophe Galtier, parece ser el que más números tiene para convertirse en el nuevo entrenador de Mbappé, aunque desde el club se le ha ofrecido una terna de técnicos para que dé su visto bueno: Joaquim Low, el exjugador Thiago Motta y Roberto Martínez, el seleccionador belga.
Mbappé ha impuesto también el fichaje de Aurélien Tchouaméni, el jugador del Mónaco por el que se ha interesado el Real Madrid, y podría forzar la salida de Sergio Ramos, especialmente si se confirma el fichaje de Tchouaméni.
Messi y Neymar seguirán en la plantilla, pero con las consignas claras. No hay espacio para el lucimiento personal, todo lo que hagan sobre el césped debe estar pensado para el mejor aprovechamiento de las cualidades de Mbappé, que será el líder único e indiscutible de este equipo.
Conociendo a Messi y a Neymar, se avecina tormenta en el cielo de París.
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