Habrá sanciones: La ineptitud de Laporta le costará dinero al Barça

Habrá sanciones: La ineptitud de Laporta le costará dinero al Barça

| 2022-04-19

| Fede Peris

La UEFA castigará severamente las muchas negligencias que cometió la junta de Laporta en el Barça-Eintracht

El descontrol vivido en el Camp Nou con motivo de la disputa del partido de Europa League, FC Barcelona-Eintracht Frankfurt, le costará dinero al Barça. La UEFA estudia la sanción que aplicará al Barça por no saber organizar un partido de una de sus competiciones.

Habrá sanción severa para el Barça

La UEFA castigará con severidad las muchas negligencias que cometió la directiva del FC Barcelona, que no necesita CEOS porque ya tiene a Laporta. Aunque al presidente parece venirle grande todo esto. Con nueve años de experiencia, como el Rey Juan Carlos, a estas alturas tiene que decir "lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir".

La cuestión es que a la UEFA tampoco le ha gustado que Barcelona se tiñera de blanco, y menos la distribución de los aficionados alemanes en el Camp Nou. Eso va contra la ley. Y la negligencia o desconocimiento de Joan Laporta le supondrá al Barça un severo castigo, una sanción económica, que no es lo que se espera de un presidente que tiene que aportar soluciones imaginativas para generar ingresos y no más gastos absurdos y evitables.

La UEFA prohibe a las aficiones mezcladas

La UEFA ordena a los clubes que las aficiones deben permanecer en los recintos deportivos convenientemente separadas y prohibe terminantemente que se mezclen en la grada. Justo lo que no ocurrió en el Camp Nou por la falta de previsión de una junta que no supo, o no quiso, anticiparse a los acontecimientos. Parece que desde el club se lavan las manos y dejan la responsabilidad en los socios que vendieron sus asientos, como si los gestores del club estuvieran ahí para hacer turismo.



Lo cierto es que la marcha del CEO, Ferran Reverter, ha hecho mucho daño en la organización del club, especialmente porque se ha despedido a sus más directos colaboradores y porque el propio Laporta se ha propuesto ejercer una función para la que no está capacitado, pero al menos, rodeado de palmeros, no tendrá a nadie a su alrededor capaz de cuestionarle sus decisiones. Como la de permitir que el Camp Nou se convirtiera en el Bernabéu por un día y que los dueños del club se sintieran forasteros y maltratados en su propia casa.

Sólo se podían vender 5.000 entradas al Eintracht

La UEFA, además, marca que el número de aficionados del equipo visitante no debe exceder del 5% del aforo del Camp Nou. En este caso 5.000. Y esas son las únicas entradas que el club anfitrión debe enviar al club visitante.



La UEFA exige también al club anfitrión un control estricto del destino de las entradas y de cómo se distribuyen. En el Barça no tienen ni idea del asunto. O eso dicen, porque cuesta creer que el caos que se generó en el Camp Nou se haya organizado solo, por generación espontánea, que es lo que nos quieren hacer creeer. Demasiadas entradas de bloques numerosos de 200, 300 y 500 personas juntas como aceptar que fueran los socios los que repartieron las entradas sin la intervención del club.

La UEFA entiende que el propietario del recinto abrió el Camp Nou a una tragedia y que si no ocurrió cualquier desgracia fue porque Dios no quiso.