El ridículo más estrepitoso de Tomás Roncero con Heurtel

El ridículo más estrepitoso de Tomás Roncero con Heurtel

| 2022-04-12

| Fede Peris

El Barça colocó en el Real Madrid con Heurtel una bomba de relojería que no ha tardado en estallar y ha dejado retratado al popular periodista.

Tomás Roncero se ha ganado a pulso la fama de gafe. Su problema es que habla demasiado y se le va la fuerza por la boca. Anuncia grandes gestas del Real Madrid que acaban luego en fracasos estrepitosos, porque le mueve el deseo y no la realidad. Con Thomas Heurtel, el polémico jugador de baloncesto al que el Barça despachó hace un año, Roncero ha vivido uno de los episodios más negros de su faceta de adivino barato.

"Usted no sabe con quién está hablando"

A Sarunas Jasikevicius no le convenció Thomas Heurtel cuando se hizo cargo del Barça hace año y medio. A él le gustan los bases que saben dirigir el juego, como Nick Calathes, y no le gustaba de Heurtel que ni defendía ni dirigía. Sólo tiraba. Se lo dijo, esperando una reacción, pero el jugador francés no sólo no reaccionó sino que le plantó cara: "Usted no sabe con quién está hablando", le vino a decir.

Y Jasikevicius se cansó y le pidió al club que se lo sacara de encima, porque además su tendencia al vedettismo generaba mal rollo en el vestuario. Fue cuando Heurtel pidió permiso para viajar a Estambul a un partido en el que no estaba convocado alegando que iba a negociar su fichaje con el Fenerbahce. El Barça le hizo un hueco en el avión y en el hotel, aunque no como parte de la expedición, porque no estaba convocado para jugar.

El polizón fue expulsado del avión

Ya en Turquía en el Barça se enteraron de que Heurtel negociaba con el Real Madrid y no con el Fenerbahce. El club se sintió engañado y le negó entonces el viaje de vuelta con un equipo que ya no era el suyo. Y le dieron un billete de avión para volver al día siguiente y un bono de hotel para pasar la noche. No le dejaron tirado. Intentó volver a Barcelona en plan polizón, pero el club no quería extraños en su avión.



Y al Madrid le faltó tiempo para llevarse a Heurtel, consciente de que le quitaba al Barça a un fenómeno que le serviría para ampliar su palmarés con nuevos títulos. Y en el Barça sonreían calculando el tiempo que tardarían en Madrid en descubrir al verdadero Heurtel y cuándo le echarían, tal y como ya sucedió en el Baskonia y en el propio Barça.

"En el Madrid serás honrado y respetado"

Pero en aquel momento tocaba vender humo e ilusiones, la verdadera especialidad de Tomás Roncero, reñido con la realidad, pero feliz cuando tiene que moverse entre hipótesis y vaticinios. Fue entonces cuando escribió en su cuenta de twitter: "Heurtel, el @RMBaloncesto será tu casa y el lugar donde serás honrado y respetado desde que te levantes hasta que te acuestes. Aquí serás feliz, tu familia será la nuestra y vivirás un sueño. Aquí nadie te dejará en tierra antes de subir a un avión. La gloria te espera, Thomas".



No se pueden decir más mentiras en menos espacio

Sencillamente delicioso: "El Real Madrid será el lugar en donde serás honrado y respetado desde que te levantes hasta que te acuestes. Aquí serás feliz, tu familia será la nuestra y vivirás un sueño..." No se pueden decir más mentiras en menos espacio. En el Barça no fue honrado ni respetado. Pero para eso está el Madrid, para poner las cosas en su sitio.

Si Heurtel salió mal del Barça, peor ha salido del Real Madrid, en donde ha vivido un auténtico infierno. Le han apartado del equipo y no ha salido nadie del Real Madrid ni de la Asociación de Jugadores para denunciar su situación, como ocurrió hace un año. Es la diferencia entre que el Barça quiera hacer limpieza en su vestuario y que el Real Madrid desee enviar al cubo de la basura a sus manzanas podridas.





Roncero queda retratado

La cuestión es que, como siempre, Tomás Roncero ha quedado retratado intentando convertir en realidad lo que sólo es un sueño para él. Heurtel ha salido mal del Real Madrid como del resto de clubes por los que ha estado. La gloria no le ha esperado en el Real Madrid a Heurtel, al contrario. Más que un sueño ha vivido una pesadilla en la que ni ha sido honrado ni respetado. Y no. Tampoco ha sido feliz Heurtel en el Real Madrid, como le prometía Roncero.

Las bravatas del popular periodista de bufanda blanca deberían hacerle reflexionar. En las redes sociales queda todo registrado, también sus mentiras piadosas construidas sobre la frágil base del deseo. Heurtel ha acabado en el Real Madrid como ya sabían en el Barça que acabaría. Lo sabían todos menos Tomás Roncero, que suele ser el último en enterarse.

Es lo que tiene creerse los propios sueños, que a fin de cuentas sueños son. Y la realidad es la que es, no la que le gustaría que fuera a Tomás Roncero.

 

 

Ahora se ha sabido que además de jugar mal y conducir al Real Madrid a un estado de ruina deportiva lamentable, a Thomas Heurtel le pillaron en Atenas, en la víspera del último partido jugado por el Real Madrid en territorio griego ante el Panatinaikos, escapándose de noche del hotel para volver a él cuando ya era de día pocas horas antes de jugar ante el Panatinaikos, en compañía de sus colegas Yabusele y Thompkins. A Yabusele le han perdonado porque acaba de firmar por dos años y sería una ruina echarle. Pero Heurtel y Thompkins ya ha sido expulsados del Real Madrid, el entrenador no les quiere volver a ver.

En Madrid ya no están preocupados por el avión de Heurtel

En Madrid ya no están preocupados por el avión que perdió Heurtel. Ahora tratan de armar una historia que justifique el despido del jugador francés que iba a ser tan feliz en el Real Madrid. Y mientras tanto, en el Palau Blaugrana no dejan de oirse las carcajadas. Incluso de sus excompañeros, que aplaudieron la decisión del club de perder de vista a Heurtel. La risa va por barrios. Ahora le toca al Barça, y más después de la nueva paliza de ayer al Real Madrid sin el "feliz" Heurtel. Jasikevicius ya le han ganado 11 de los 14 clásicos a Pablo Laso. Otro que también ha perdido el avión... y el norte en los banquillos apuntándose al ADN Roncero de culpar a los árbitros siempre que los resultados no son los que espera y desea.