Ancelotti reservó ante el Getafe a Kroos y Modric y puso en juego a Bale, que fue silbado por el Bernabéu
El Real Madrid no acusó la resaca de su partido de Champions y se impuso al Getafe en el Bernabéu por 2-0 en un encuentro plácido para los de Ancelotti.
Carlo Ancelotti, en un movimiento poco habitual en él, dio la sorpresa metiendo más rotaciones de las esperadas. Incluyó a Marcelo, algo medio esperado por el descanso de Mendy, pero mandó al banquillo a la vez a Kroos y a Modric, algo muy poco frecuente, para darle alas a la medular con Valverde y Camavinga. La juventud al poder para afrontar un partido, ante el Getafe, clave para la Liga.
Tres minutos. Ese fue el tiempo que necesitó Karim Benzema para hacer el primer gol de la noche. Cierto es que el tanto fue anulado por fuera de juego del francés, sin embargo, la sensación de que el ‘9’ empezaba a recoger sus sensaciones en el mismo punto en el que las dejó en Londres invitaba al optimismo.
El guión del partido estaba escrito y no sorprendió un ápice. El Madrid mandando, con el balón, buscando generar peligro; el Getafe, atrás, bien pertrechado y más pendiente de mantener el cero en su portería que de buscar el uno en la ajena.
A pesar de ese muro con el que el Getafe se presentó en el Bernabéu, lo cierto es que el Madrid fue capaz de generar un par de buenas ocasiones en el arranque del choque. Además de ese bien anulado a Benzema, Valverde en una volea y Vinicius, tras una buena acción individual, se encontraron con las manos de Soria para evitar el 1-0 del equipo de Ancelotti.
El Madrid era consciente de la necesidad de adelantarse en el marcador, de no llegar con el 0-0 a la recta final del segundo acto porque, lógicamente, los nervios podían hacer acto de presencia. Lo bueno para los de Ancelotti fue que, incluso, ese gol llegó antes del descanso. Vinicius se vistió de Modric, firmando una asistencia con el exterior, y encontró la llegada desde atrás de Casemiro para que éste anotara su primer gol de la temporada con un gran testarazo. El Madrid había conseguido lo más difícil, adelantarse en el marcador. El partido no estaba siendo bonito pero sí práctico. El 1-0 era justo. Lo único malo del primer acto, la amarilla que vio Casemiro por protestar y que le impedirá estar en Sevilla.
El Madrid tenía la sartén por el mango pero de cara al segundo tiempo había una duda bastante razonable. El no exponerse en exceso, dado que el rival seguía sin proponer prácticamente nada en lo ofensivo, era lo más ‘fácil’ aunque lo más efectivo, sin caer en un desgaste grande, era buscar el 2-0 para dejar prácticamente sentenciado el encuentro y no temer por un susto de última hora.
Lo bueno para el cuadro de Ancelotti fue que ese plan ideal se cumplió sin necesidad de apurar mucho el segundo acto. Una combinación entre Rodrygo y Lucas acabó con el lateral dentro del área para definir con la zurda con un buen tiro cruzado que dejó ‘tieso’ al meta del Getafe. La sensación de que este 2-0 había terminado con el partido se compartía en ambos equipos.
A partir de ahí ya pasaron aún menos cosas. Si acaso la vuelta de Bale al Bernabéu, con muchos pitos, como nota más destacada y un tiro de Ünal que tocó el palo ya en el descuento. Pero poco más. Al Madrid no le hacía falta y el Getafe no podía. Tres puntos fáciles conseguidos por un Madrid que, paso a paso, sigue arrimando cada vez más esta Liga al museo del Santiago Bernabéu.
Real Madrid: Courtois, Lucas, Militao, Alaba (Nacho 85'), Marcelo, Casemiro (Ceballos 73’), Camavinga, Valverde, Rodrygo, Vinicius (Asensio 83’) y Benzema (Bale 74’)
Getafe: Soria, Damián, Djené, Cuenca, Mitrovic, Olivera; Maksimovic, Gonzalo Villar (Florentino 74’), Aleñá (Oscar 46’); Mayoral (Sandro 46’) y Ünal
Goles: 1-0 Casemiro (38’), 2-0 Lucas (67’)
Árbitro: Soto Grado. Amonestó a Casemiro, Valverde, Olivera, Djené
Estadio: Santiago Bernabéu