Leo Messi volvió a ser clave esta madrugada en el triunfo de Argentina sobre Venezuela. Al término del partido dejó una misteriosa declaración que va a generar mucho debate en los próximos días en París.
“Ahora mismo pienso en lo que viene ahora, en Ecuador. Después del Mundial me voy a tener que replantear muchas cosas”, dijo Leo a pie de campo. Y luego, de forma indirecta, puso a la afición argentina como ejemplo de lo que no es la del PSG, muy crítica con sus estrellas. “La verdad que no esperábamos menos de nuestra hinchada -dijo-. La unión que hay entre la gente y la selección es increíble. Soy muy feliz con la selección. La gente me quiere mucho y cada día me lo demuestra más. Cada vez que vengo a Argentina me lo demuestran, tanto dentro como a fuera de la cancha. Hoy terminamos antes del Mundial de una manera muy buena, porque creo que no volvemos al país”.
Son muchos mensajes juntos: la unión con la hinchada, su felicidad con la selección, la gente le quiere... Todo eso es lo que no tiene en París. Lo tuvo en el Barça, pero lo ha perdido en Francia. Y sí se puede entender el inquietante: "me voy a replantear muchas cosas".
El replanteo pasa por dejar París. Tiene un año más de contrato, pero un pacto que le permite salir. Su fichaje no le costó un euro al PSG y su salida no le costará un euro a él.
Leo sólo tiene dos salidas: la liga norteamericana con el Inter de Miami o el Barça. La primera opción puede esperar el tiempo que él quiera. En el caso del Barça, lo que tenga que ser deberá producirse durante el verano, y no tras el Mundial. El club no cierra la posibilidad de abrirle de nuevo las puertas a Leo Messi para que pueda despedirse de su afición en su última temporada como blaugrana, aunque para ello Leo deberia aceptar un contrato muy inferior a los 80 millones brutos que percibe en el PSG.
Si Messi apuesta por el Barça y no por el dinero y hace como Alves, aceptando el salario mínimo que exige LaLiga, 175.000 euros anuales, Laporta le recibirá con los brazos abiertos. Messi está en contacto permanente con Xavi y ya sabe que por su parte no habría problema.
Y a estas alturas de su carrera, y además sabiendo que le espera un contrato final de tres años con el Inter de Miami, en el que podrá recuperar el dinero que deje de ganar en el Barça, a Leo Messi le importaría muy poco jugar su último año en el Barça práctiamente gratis.