Adidas también ha sufrido los daños colaterales del 0-4. Se frotaban las manos con su "invento" de la camiseta negra en el clásico y la jugada les ha salido mal. De venderla como rosquillas pasará a convertirse en un producto maldito que nadie querrá comprar.
El 0-4 ha sentenciado a muerte, en el plano comercial, la camiseta negra que lució el Real Madrid ante el Barcelona. No se cumplirán las previsiones de ventas y ahora Adidas sólo espera la llegada de Mbappé para resarcirse del revolcón.
Los aficionados blancos se preguntaban sobre si el clásico era el momento y lugar ideal para mostrarle al mundo una equipación que ahora mismo se mira de reojo. La camiseta negra pretendía venderse como rosquillas, pero el 0-4 sólo ha servido para que Adidas tema por sus planes y que le prenda velas al fichaje de Kylian Mbappé.
La compañía alemana quería celebrar por todo lo alto el 120 aniversario del club, y Yohji Yamamoto diseñó un modelo exclusivo para el Clásico pensado para convertirse en un auténtico tesoro de la historia de los choques ante el Barcelona. Los planes estuvieron lejos de seguir su curso y en Adidas no esperan recuperar la inversión a corto plazo.
Para los aficionados madridistas, la camiseta negra se ha convertido en gafe y será difìcil verla puesta en los aficionados, que apuestan por la blanca de toda la vida.
Adidas es consciente de que va a perder mucho dinero, pero no todo está perdido a corto plazo, porque la llegada de Kylian va a generar un boom en la venta de camisetas del Madrid para la próxima temporada, donde por supuesto la compañía germana será la encargada de diseñar la nueva indumentaria. Las pérdidas del clásico quedarán compensadas por la previsible avalancha que va a producirse con la venta de la camiseta del Real Madrid con el nombre de Mbappé estampado en la espalda.