La transmisión de Movistar + del clásico tuvo en Cataluña un 20% de share, casi el doble que en el resto de España. Sólo por eso, la audiencia catalana y barcelonista merece un respeto que el canal de pago no le da.
Aceptando que el comentarista, impecable, reside en Madrid y se ha formado en un ambiente próximo al Real Madrid, resulta inaceptable que para comentar un clásico protagonizado por el Barça y el Real Madrid se recurra a dos comentaristas del Real Madrid: Jorge Valdano y Álvaro Benito y a uno del Barça, Abelardo. Es decir, dos contra uno. Ya empezamos mal.
Pero resulta que el uno del Barça es un señor que hace veinte años que está desvinculado del club, no vive en Barcelona y lo más cerca que ha estado del Camp Nou en este tiempo fue en los meses que estuvo como entrenador del Espanyol antes de ser despedido.
Un comentarista culé (?) con este bagaje y menos tablas como analista resulta muy poca cosa ante Jorge Valdano, ex jugador, ex entrenador, ex secretario técnico y exdirector general del Real Madrid; y Álvaro Benito, ex jugador, extécnico y extertuliano madridista del programa radical El Chiringuito.
Y pasó lo que tenía que pasar. La transmisión, en clave madridista. Lo importante no era lo que hacía el Barça, sino lo que dejaba de hacer el Real Madrid. La transmisión se convirtió rápidamente en un funeral, en un mar de lamentos por las cosas que hacía mal el Real Madrid más que por las virtudes que mostraba el equipo de Xavi sobre el césped.
Y, por supuesto, las faltas del Barça eran de tarjeta. En las del Madrid no había nunca mala intención. Es lo menos que podía esperarse de la representación madridista en la transmisión, aunque sí podía esperarse que el supuesto representante del Barça no se sumara a los coros merengues.
A todo esto hay que añadir que el sonido ambiente se comía los comentarios de los narradores. Se oía más el "P... Barça, p... Catalunya" y el "Ser del Barça es ser un sub....." que los sesudos comentarios de los analistas.
Hasta Ronaldo Nazario se sumó a la causa en el descanso cuando fue entrevistado con el 0-2 en el marcador. El exfutbolista brasileño estaba compungido: "No esperaba este Barça". Y lo mismo les pasó a los narradores. Habían acudido al Bernabéu para cerrar LaLiga, cantar el alirón blanco y sumarse a la fiesta merengona y salieron trasquilados.
Y toda la segunda parte con el mismo tono: "el Real Madrid está tomando malas decisiones". A nadie se le ocurría decir que a lo mejor era el Barça el que tomaba las buenas decisiones. Ni Abelardo cayó en la cuenta, abducido por el fervor madridista de sus acompañantes.
"Muy pronto nos quedamos sin partido", indicaba Valdano "désolé". Parece evidente que para que haya partido tiene que participar el Real Madrid y si el rival le pasa por encima, "nos quedamos sin partido". Y Abelardo le daba la razón: "Nadie esperaba esto". ¡Qué desastre! El Barça nos dejó a todos sin partido por meter cuatro goles. ¿Y qué esperaba Abelardo, el culé (?) de la transmisión? ¿Que los cuatro goles los metiera el Madrid para que hubiera partido?