El Real Madrid se llevó un duro golpe en el Clásico ante el Barcelona tras perder en casa por 0-4. Ancelotti, que fue un desastre en lo táctico, no dio en ningún momento con la tecla para pelear por el triunfo. Una noche para el olvido.
Ancelotti dio la primera noticia casi dos horas antes de que se iniciara el partido. A Benzema no le iba a suplir ningún delantero. Ni Jovic, ni Mariano, ni Bale, ni siquiera Asensio o Hazard. El elegido, Fede Valverde, un centrocampista. Sorpresa aunque relativa, especialmente porque ya se venía anunciando en las horas previas a la disputa del choque. Eso sí, Xavi también puso su toque, en su caso por miedo. No quiso emparejar a Alves con Vinicius y metió a Araújo con la misión de intentar anular al mayor peligro de los merengues que, para seguir con las rarezas, iban a jugar como local con camiseta negra.
A pesar de que este tipo de partidos puede salir por cualquier lado, lo cierto es que el arranque del mismo fue bastante más abierto de lo esperado. Con ocasiones para ambos equipos y con los porteros salvando el gol de sus respectivas redes.
Empezó amenazando el Real Madrid con una jugada de Vinicius por la banda izquierda, con doble regate incluido sobre Araujo, que terminó en una dejada para que Valverde, llegando desde atrás, pusiera el interior para buscar el palo más lejano de la meta de Ter Stegen. No fue un disparo fuerte pero sí colocado que obligó al portero alemán a estirarse y a despejar el balón.
El Madrid, con un dibujo algo extraño, con Modric haciendo de ‘9’, iniciando la presión pero sin ejercer de creador, no estaba cómodo. La baja de Benzema se empezaba a notar desde demasiado pronto, sobre todo, porque el equipo blanco, hoy de negro, parecía otro. Presionaba mal, no llegaba bien a las ayudas y dejaba tocar de forma demasiado cómoda a su rival.
Después de que Courtois hiciera una doble parada, el Barcelona comenzó a cercar de forma más que peligrosa la meta del Madrid. En una acción de Dembelé en la banda derecha, con un centro al área, el equipo visitante ponía el 0-1 con un cabezazo de Aubameyang.
Los de Ancelotti, al que se le veía impotente en la banda, estaban jugando unos primeros 45 minutos bastante malos, sin ningún tipo de presencia. Superados y sin ideas. La ausencia de Benzema, con todo lo que ello suponía, se empezaba a notar de una manera preocupante.
Y aún peor se le iban a poner las cosas a los blancos después de que Vinicius desperdiciara una contra en un mano a mano con Ter Stegen y en la recontra, que acabó en córner a favor de los culés, Araujo pusiera de cabeza el 0-2. El marcaje en zona de los blancos dejó un agujero como un camión para que el uruguayo anotara. Al descanso, las sensaciones de los de Ancelotti eran casi peores aún que el marcador. Tocaba un reajuste máximo y olvidar un planteamiento tan raro como rácano y con excesivas fisuras.
Ancelotti le metió mano al equipo, sí, pero para destrozarlo aún más. Puso al Madrid a cerrar con tres y el bloque se desorganizó todavía más. En tres minutos, dos ocasiones de gol clarísimas recibidas. La primera la perdonó Ferrán, la segunda sí acabó en la red de un desesperado Courtois. Los blancos perdían 0-3 y lo peor era que la sensación es que nunca estuvo cerca de su rival salvo los primeros 10 minutos.
La pesadilla del Madrid en el partido no se iba a frenar ahí. El 0-4 fue la demostración perfecta de que el equipo no estaba metido en el encuentro. Con media defensa mirando, confiando en la vista del asistente y su bandera levantada marcando fuera de juego, permitieron que Aubameyang se presentara delante de Courtois para poner un nuevo gol. El VAR dio validez al gol mientras en el Madrid seguían mirándose los unos a los otros sin encontrarle explicación a semejante despelote.
A todo esto, el invento de Ancelotti de cerrar con tres apenas le duró minutos a su equipo. De hecho, acabó con Alaba de lateral y con Casemiro ejerciendo de central junto a Militao. Igual que el día del PSG le salió cara (tenía a Benzema, que ahora mismo es medio equipo) en este Clásico vimos la peor versión de un Ancelotti que se vio superadísimo en todo momento, firmando un Clásico para olvidar.
Real Madrid 0: Courtois; Carvajal (Camavinga 46’), Militao, Alaba, Nacho (Lucas 66’); Casemiro, Kroos (Mariano 46’), Modric, Valverde; Rodrygo (Asensio 63’) y Vinicius
Barcelona 4: Ter Stegen; Araujo, Piqué, Eric Garcia, Alba; Busquets, De Jong (Gavi 71’), Pedri; Dembélé (Adama 80’), Aubameyang (Depay 70’) y Ferrán Torres.
Goles: 0-1 Aubameyang (28’), 0-2 Araujo (37’), 0-3 Ferrán (47’), 0-4 Aubameyang (54’)
Árbitro: Martínez Munuera. Amonestó a Kroos, De Jong, Busquets, Modric, Jordi Alba, Camavinga
Estadio: Santiago Bernabéu.