Así gana el Madrid: Una historia negra escrita con escándalos en Europa

Así gana el Madrid: Una historia negra escrita con escándalos en Europa

| 2022-03-14

| Fede Peris

El pasado glorioso del Real Madrid ha necesitado del comodín del árbitro y de su aparato de propaganda para limpiar los restos de la sangre.

Dos goles anulados al PSG, una falta de libro de Benzema sobre el portero Donnarumma en el primer gol madridista. Así se construye la leyenda del Real Madrid, así se mina la moral del equipo que va ganando, así se levantan los ánimos de un Real Madrid perdido en el campo, así gana el Madrid.

Siempre con el comodín del árbitro y sus medios afines

Pero nadie hablará de eso. Le épica, la leyenda, la gesta... Lo de menos es cómo llegó el triunfo, con un árbitro entregado a la causa que pasó por alto una acción decisiva que Pochettino calificó como "vergüenza". Sólo es un "asunto menor". Así gana el Madrid. Siempre con el comodín del árbitro. En España y en Europa. 



En el campo los jugadores supieron aprovechar los favores arbitrales. Y en los medios, el aparato de propaganda se encarga del resto. Nadie hablará de la escandalosa decisión del árbitro haciéndose el loco con la falta de Benzema sobre Donnarumma. A partir de ahí, coser y cantar. Pedrerol no le ha dedicado ni medio segundo a la jugada. Si hubiera sido un empujón de Neymar a Courtois que acabó en gol, le habrían dedicado a la jugada un programa especial con tomas desde todos los ángulos y opiniones par todos los gustos. Seguro que habrían encontrado un contacto sobre el portero que el árbitro no vio.

La sombra de la sospecha, los atracos, los robos... quedan reservados para el Barça. Al Real Madrid no se le puede manchar con sombras la legalidad de sus éxitos. Eso es para el Barça.



La denuncia se reserva para el Barça

Ovrebo, Aytekin... Ya se encarga el ejército de palmeros mediáticos de Florentino Pérez de hacer ruido con ellos. Tanto como silencia los escándalos que jalonan el historial bajo sospecha del Real Madrid con atentados a la justicia que han servido para sumar, sumar y sumar títulos.

Por mucho que callen, la miseria y la vergüenza están ahí. Pueden esconderla debajo de la alfombra. Pero ahí sigue. Danny Mekkelie, el neerlandés que pitó anoche en el Bernabéu, entra a formar parte, con letras de oro, en el libro de las grandes 'gestas' del Real Madrid. Sin la colaboración del árbitro no hay party. Y el árbitro, una vez más, no falló. 



Y tan importante es la "colaboración" del árbitro como el trabajo de los encargados de limpiar la sangre para que no quede rastro del atentado. Y ahí el Real Madrid sabe hacer las cosas muy bien. Es el campeonísimo.

Una historia plagada de atracos

La historia del Real Madrid está repleta de escandalosos atracos arbitrales que le han servido para acumular triunfos bajo sospecha. Las trece orejonas con las que se retrata Florentino Pérez en las fotos institucionales están manchadas de deshonras.



Hasta Mark Clattemburg, el árbitro que dirigió la final de la Champions League en 2016 en Milán, con el Atlético como rival, ha admitido públicamente que el decisivo gol de Sergio Ramos nunca debió subir al marcador. Pero subió. 

Y llueve sobre mojado. Desde el principio. En 1957 el Real Madrid ganó la Copa de Europa en el Bernabéu con un penalti inexistente que ha pasado a la historia. Giuseppe Virgili, jugador de la Fiorentina lo resumió así:  “Poco antes del penalti, un tiro mío había traspasado la línea de gol... No merecimos perder, pero el árbitro (el holandés Horn) hizo el resto. Magnini cometió una falta sobre Mateos)claramente fuera del área. Fue un penalti totalmente inventado”.

Fue tan escandaloso el asunto que hasta Paco Gento admitió la "ayudita" arbitral: “Di Stéfano marcó un penalti dudoso. Le dieron un penalti a Mateos que luego he visto en algún reportaje y fue fuera del área”. O sea, otra como la de Guruceta en el Camp Nou, señalando un penalti por una falta dos metros fuera del área.

En 1960, otra parecida con el mismo Gento de protagonista. Fue en la final ante el 'poderoso' Eintracht de Frankfurt. Otro penalti surrealista abrió a los blancos el camino del triunfo en otra Copa de Europa teñida de escándalo.

Expulsado un sordomudo... ¡por protestar!

El colmo de las desfachateces arbitrales en el Bernabéu se la llevó la expulsión de Damir Desnica, del HNK Rijeka, que fue expulsado en el partido de ida por protestar siendo... ¡sordomudo! "Fue un robo escandaloso", explicó después la víctima de otra "legendaria" remontada blanca.

En 1998 Mijatovic anotó el gol de la victoria en la final de la Champions League en una posición de flagrante fuera de juego. "Fuera o no fuera fuera de juego, lo tenemos que negar", dijo después Mijatovic. Y eso hicieron todos: negarlo. Esa es la clave. Negarlo y cubrir con gloria donde sólo puede haber vergüenza. 

En la Champions de 1999-00 el francés Gilles Veissiere anuló sin motivos un gol a Dwight Yorke y en la vuelta en Old Trafford Collina se tragó una mano clamorosa de Aitor Karanka dentro del área. Pasó el Real Madrid, naturalmente.

En 2014, en la final de la Champions de Lisboa ante el Atlético, el gol de Ramos en el minuto 93 vino precedido de un bloqueo de Bale a Juanfran que permitió al central madridista rematar a placer. El holandés Kuipers no quiso ver nada.

"El mayor robo de mi carrera"

Más recientemente, el inglés Michael Oliver echó a la Juventus de Europa después de ir ganando en el Bernabéu por 0-3 cuando en el minuto 93 señaló un penalti de Benatia sobre Lucas Vázquez que sólo existió en su imaginación. Hasta Gianluigi Buffon perdió la compostura:  Si pitas un penalti así en el minuto 93 no eres un hombre, ere un killer, un animal. En vez de corazón tiene un cubo de basura. Para pitar estos partidos hay que estar bien preparado. Si no tienes personalidad, quédate en la grada comiendo patatas con tu mujer”. Y Chielini desvribió el suceso como "el mayor robo que he visto en mi carrera".

En esa misma eliminatoria (semifinal) el turco Çakir se comió un penalti de Carvajal sobre Cuadrado en el minuto 92 que pudo haber dejado el choque favorable a los italianos. Y hasta ahí llegó el Real Madrid después de eliminar al PSG con un polémico penalti de Lo Celso a Kroos que el italiano Gianluca Rocchi cobró, a diferencia de lo que hizo con una mano de Sergio Ramos en el área interceptando un disparo de Rabiot que se quedó en el limbo.

En abril de 2017 le tocó al Bayern. El Madrid venció en la prórroga en el Bernabéu por 4-2. El húngaro Kassai concedió dos goles ilegales a Cristiano Ronaldo, perdonó la expulsión de Casemiro y enseño la roja a Arturo Vidal por una entrada a Asensio en la que por no haber no hubo ni contacto. "Nos han robado, en 40 años no vi nada igual", dijo Karl-Heinz Rummenigge al término del partido.

En 2019 el esloveno Damir Skomina anuló un gol a Tagliafico, del Ajax, tras un fallo garrafal de Courtois, por un fuera de juego de Tadic que las imágenes se encargaron de demostrar que no existió.

Una detrás de otra. Asi se escribe la historia del Real Madrid. La historia negra que la prensa fiel condena al baúl del olvido.

 

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