La relación entre el FC Barcelona y Leo Messi no se ha acabado. A la espera de lo que pueda suceder en el futuro del futbolista argentino, el FC Barcelona le ha dejado dinero a deber y desde París el entorno del jugador intenta cobrar las cantidades pendientes... sin éxito.
El FC Barcelona le debe 52 millones a Leo Messi de acuerdo con una información que publica Culemanía, que admite que la cantidad podría ser incluso más elevada.
El club azulgrana todavía no ha hecho efectiva la liquidación del contrato de Leo Messi, que expiró el 30 de junio de 2021 sin que el club presidido por Joan Laporta mostrara interés alguno por renovarlo.
La misma fuente precisa que la deuda se circunscribe al pago de la prima de fidelidad y a los pagos diferidos desde 2020 con consecuencia de la pandemia del coronavirus.
La prima de fidelidad acordada por Josep Maria Bartomeu con Jorge Messi, el padre del jugador, ascendía a 78 millones, pagaderos en dos plazos de 39 millones de euros. Messi ingresó el primer plazo en septiembre de 2020, justo cuando Messi pidió salir del club a través de un burofax.
Pero falta el segundo plazo de esa prima de fidelidad que ya generó con Neymar serios problemas que derivaron en denuncias judiciales. Bartomeu se negó a pagarle la prima de fidelidad a Neymar entendiendo que no tenía sentido después de irse al PSG en una decisión adoptada unilateralmente. ¿Dónde estaba la fidelidad que había que pagar?
El caso de Messi es diferente. Si Neymar se fue del Barça por voluntad propia, Messi lo hizo en contra de su deseo. Fue el FC Barcelona quien le invitó a marchar. Messi entiende que debe cobrar esa prima en su totalidad.
El hecho de que Laporta y Messi se hayan distanciado en el último año no facilita las cosas, pero los Messi insisten en el cobro de la deuda llegando a amenazar con hacer público el escándalo, algo que dañaría la imagen del Barça y de sus gestores.
Desde el club dan largas a los Messi remitiéndose a la difícil situación financiera por la que atraviesa la entidad, ofreciendo garantías totales de pago en cuanto las finanzas de la entidad recuperen una situación de normalidad.
Esta situación entorpece el anhelo de Messi de regresar a Barcelona para despedirse de la afición blaugrana jugando un último año con la camiseta del Barça.