El Efecto Xavi existe, aunque en Madrid se lo tomaron con mucha sorna cuando el técnico blaugrana tuvo que afrontar serias dificultades en sus primeros días de trabajo en el Camp Nou. El equipo ha ido hacia arriba y la prueba es que poco a poco va comiéndose al Real Madrid.
Las diferencias se van recortando. Ahora mismo son 15, que potencialmente pueden ser 12. Y el Barça tiene que jugar en el Bernabéu, un partido que hay que ganar sí o sí.
Sin hacer ruido, a la chita callando, el Barça se va reencontrando con el juego que persigue, con los goles que necesitaba y con las victorias que pueden acercarle al Real Madrid, especialmente si, como quien más quien menos espera, la obcecación de Ancelotti por quemar a sus futbolistas clave termina con un Real Madrid sin gasolina en el tramo final de la temporada, y más si tiene que compaginar LaLiga con la Champions League.
Xavi, que está en zona Champions League, ha sumado 7 victorias, 4 empates y 1 derrota en LaLiga. Y las sensaciones que deja el equipo van a mejor. Si LaLiga hubiera comenzado con la llegada de Xavi al Camp Nou, el Barça sería ahora mismo segundo a cinco puntos del Real Madrid, pero con un partido pendiente ante el Rayo. Es decir, que ganando ese partido atrasado el Barça dependería de sí mismo para ser campeón. ¿Hay o no hay Efecto Xavi?
Nada que ver con la situación del equipo cuando lo cogió Xavi: novena plaza y a once puntos de la Real Sociedad, que entonces era el líder. Y las sensaciones no pueden ser mejores: 10 goles en los tres últimos partidos (4 al Atlético, 2 al Espanyol y 4 al Valencia a domicilio).
En el orden de prioridades está en primer lugar asegurar una plaza para la Champions League de la próxima temporada. Es decir, quedar entre los cuatro primeros. Pero el Barça de Xavi aspira a más.
Aspira a repetir el éxito de la temporada 2003-04, cuando el Barça, en el que jugaba Xavi, le remontó 18 puntos al Real Madrid y acabó por delante en la clasificación. En la jornada 18 el Real Madrid de Ronaldo Nazario comandaba la tabla con 42 puntos mientras el Barça se encontraba en las profundidades con 24 puntos.
¿Y qué pasó? Sencillamente que con la llegada de Davis, el refuerzo talismán en el mercado de invierno, el Barça sumó 17 partidos sin conocer la derrota. Fue suficiente para desbancar al Real Madrid y superarle en la tabla.
Quedarían nueve partidos por disputarse, 27 puntos en juego. Y todo es posible. Por el Barça no va a quedar, tal y como está demostrando en las últimas jornadas.