El nuevo papel de Messi: actor secundario
Hace cinco años acaparaba el protagonismo en el Camp Nou tras la remontada del 6-1 al PSG. Anoche era uno más en la foto de los jugadores del PSG brindando el triunfo a la afición.
Fue el 8 de marzo de 2017. Era la vuelta de los octavos de final de la Champions League. El Barça remontó con un 6-1 el 0-4 obtenido en la ida ante el PSG en el Parque de los Príncipes. Ese día Leo Messi sintonizó como nunca con su afición. La foto queda para el recuerdo. El Camp Nou rendido a su ídolo.
El éxtasis de Messi en el Camp Nou ante el PSG
Han pasado casi cinco años y muchas cosas han cambiado para Messi desde entonces. Ya no está en el Barça y ahora juega en el equipo al que entonces humilló liderando un ataque furioso con dos lugartenientes de lujo: Neymar y Luis Suárez.
Ese día, después de consumada la remontada por 6-1 y en pleno éxtasis del Camp Nou, Leo Messi se dirigió al Gol Norte, donde está la Grada de Animación, se subió a la valla, extendió los brazos y ofreció su arte y el triunfo a los suyos, en lo que supuso el punto culminante de la conexión de Leo Messi con el Barça.
La imagen, que ilustra este artículo, dio la vuelta al mundo por la pasión que traduce. Una afición volcada hacia su ídolo y un ídolo entregado a su afición. Pero ya nada es igual.
La cara del fracaso
Ahora Leo Messi está en el PSG. Ya no es el líder incuestionable de su equipo. Mabppé provocó un penalti para que él marcara, pero lo falló. Y se le volvió a quedar la cara del fracaso que ya se había hecho habitual en el Barça (Roma, Anfield, Lisboa, París...). Y tuvo que ser Mbappé, y no él, quien a última hora le salvara los muebles al PSG.
Messi ni celebró el gol de su compañero Mbappé. Era consciente de lo que estaba sucediendo. Se estaba produciendo la sucesión en el trono del fútbol mundial. Messi ya no es el protagonista. Su papel es el de actor de reparto, un papel de secundario y comparsa ante el nuevo rey Mbappé.
Ocho partidos estrelándose ante el Real Madrid
Leo Messi firmó su octavo partido consecutivo sin ver puerta ante el Real Madrid. Pero su fracaso no arrastró a su equipo a la derrota, porque Mbappé se vistió de Messi, el gran Messi de años atrás, para evitar la tragedia. Y él quedó como uno más. Cuatro detalles y poco más.
Y en la foto final de los jugadores del PSG brindando el triunfo a sus aficionados, él sólo era uno más. Nada que ver con la foto del Camp Nou, cuando acaparaba en su persona toda la gloria. Ahora él salía en la foto como uno más, mientras Mbappé se llevaba los flashes y los aplausos.
Los mejores tiempos de Leo Messi ya han pasado. Ahora sólo es un gran actor de reparto. Mantiene intacto su talento, pero el físico no le acompaña y con eso no le alcanza para seguir en la cresta de la ola. El fútbol mira al futuro con Mbappé, Messi ya es pasado, pasado glorioso e irrepetible en el FC Barcelona.
