La tensión era enorme al término del partido en la 'ratonera' de Cornellà. Con todo el campo insultando al Barça, encendidos los aficionados pericos por la trifulca que acabó en expuylsión de Piqué y Melamed, Araujo, que seguía los acontecimientos desde el banquillo, quiso recriminar a Melamed su provocación a Pîqué.
A Araujo no le gustó el comportamiento del jugador del Espanyol y se lo recriminó al retirarse del cesped por la tarjeta roja que le mostró Hernández Hernández. El banquillo del Espanyol reaccionó y Araujo, según muestran las cámaras de Movistar +, perdió los nervios.
Y utilizó los dedos para señalar con el pulgar hacia abajo con una mano mientras con la otra mostraba los dos dedos de la Segunda División. Araujo venía a decirles a los integrantes del banquillo del Espanyol: "¡A Segunda!"
Y ardió Troya. Los aficionados próximos a la escena recrudecieron los insultos al Barça y a Araujo y el conflicto no cesó hasta que Araujo se fue de un banquillo desde el que vio la segunda mitad porque una entrada del Espanyol que no mereció expulsión le dejó fuera de combate.
Jordi Cruyff justificó la reacción de Araújo: "Son emociones. Te dejas llevar por el ambiente, pero es mejor dejarse llevar por la necesidad del partido y dejar todo lo demás aparte".