Después de dejar el club hecho un solar en 2010, Joan Laporta sufrió una acción de responsabilidad civil por parte de la junta entrante de Sandro Rosell en la que se integraba Josep Maria Bartomeu como vicepresidente. En esa época hubo que pedir un crédito para pagar los salarios de los empleados. A Joan Laporta le ha faltado tiempo para responder con una denuncia a la Fiscalía contra Bartomeu y su junta por la situación en la que se ha encontrado el club. Las vendettas están a la orden del día en el Barça.
Laporta ha puesto una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Barcelona contra la anterior junta directiva en virtud de lo que considera un comportamiento delictivo por administración desleal, apropiación indebida o falsedad documental que se fundamentan en "pagos sin causa, pagos con causa falsa y pagos desproporcionados" en los documentos enconttrados de anteriores ejercicios.
Laporta recurre a la justicia para no pasar por "cómplice" de los desmanes que haya podido cometer la anterior junta y cuyo perjuicio al club valora en 30 millones de euros.
El presidente blaugrana ha explicado que "el análisis de la agencia Kroll detectó pagos sin causa, pagos con causa falsa y pagos desproporcionados. Estos pagos representaban una administración desleal del club y no descartaba un enriquecimiento injusto de los autores de las conductas. Pusimos los hechos en conocimiento de la fiscalía provincial de Barcelona. Hicimos una denuncia de unos hechos incontestables y el club se ha puesto a disposición de la fiscalía para facilitar todo lo que sea necesario. Los socios tienen derecho a conocer las actuaciones que llevaron al club a una situación de ruina. Los actuales directivos no queremos convertirnos en cómplices de esas actuaciones".
Laporta ha añadido: "Ya imaginábamos que habría una situación económica muy mala, pero la realidad ha superado lo que imaginábamos. Era desastrosa. Hemos denunciado hechos incontestables. Quien determinará culpables será la fiscalía. Nosotros no señalamos a nadie, no somos policías ni jueces. Nuestra obligación era poner los hechos en conocimiento de los socios".
El presidente blaugrana denuncia "un modus operandi recurrente que evitaba los controles internos de determinados operaciones y, lo que es más grave, los controles estatutarios. Hablo de operaciones que no pasaban por el control de la junta. La deuda no pasó por asamblea y eso perjudicó muchísimo. Lo más flagrante son los contratos deportivos, la masa salarial. Ellos tenían que ser conscientes de que se estaba disparando. También se pagaron comisiones millonarias fuera de mercado y de difícil justificación".
Es del resultado de la exposición del informe Forensic, que "no descarta que se hayan enriquecido injustamente los autores de estos comportamientos. Lo que yo piense sobre si alguien ha metido la mano en la caja es irrelevante, será la fiscalía la que lo determine. Existen mecanismos de control en el club, el problema es que se los han saltado (…) Tenemos una hipoteca muy pesada y alguien se tiene que responsabilizar, pero también tenemos la certeza de que esto no lo va a arreglar nadie más que nosotros".
El responsable de las finanzas del club, Eduard Romeu, ha añadido más detalles: "Cuando llegamos no había dinero ni para pagar los sueldos de los jugadores", y ha recordado que el club tiene más de 400 procedimientos judiciales abiertos en los que se juega un total de 80 millones de euros. Muchos de ellos los dan por perdidos y el único objetivo es alcanzar acuerdos lo menos gravosos posible.
Romeu se basa en jugadores sobrevalorados, cantidades fijas en sueldos que se hacían pasar por variables, gasto adelantado del dinero por futuros derechos audiovisuales e incluso un Camp Nou deteriorado que no estaba en condiciones de ser abierto al público. Aunque el pecado original está en la masa salarial exageradamente elevada.
Según Romeu, "la masa salarial era más alta que los propios ingresos del club. Es un trabajo muy complicado. Cuando nos sentamos con el jugador para renegociar su contrato se complica la situación. Al final tienes que tocarle el bolsillo al jugador por algo que tiene firmado"
Por su parte, el abogado Jaume Campaner ha añadido: "No se trata de hurgar en la gestión de la junta anterior, se trata de trasladar a las autoridades competentes una serie de conductas delictivas gravísimas, groseras, esperpénticas, que no se sostienen desde un punto de vista jurídico o económico. No solo se solicitarían penas, también se solicitará el reintegro del perjuicio".
Las conductas de la junta de Bartomeu que la de Laporta considera delictivas son las siguientes:
"Servicios no justificados, inexistentes o muy superiores al precio de mercado. Las comisiones de intermediación se sitúan en torno al 5% y se han detectado comisiones del 33%. Existe el caso de una empresa que fue concebida solo para facturar al FC Barcelona y en otro se abonó una comisión de 10 millones a un tercero con un contrato elaborado con mucha posterioridad al fichaje. También se ha descubierto un pago millonario a una persona a la que se contrató como técnico observador. Se pactó la entrega de informes mensuales y en el archivo del club no consta ni uno".
"Son importes desproporcionados percibidos por un despacho de abogados que recibió cantidades sin justiciar: un pago de 2 millones, otro de 1,7 millones por un acuerdo de conformidad con un procedimiento judicial, otro de 7 millones por la supuesta intervención en la contratación del jugador… Los delitos de administración desleal y apropiación indebida no solo castigan al beneficiario, también castigan a quien distrae dinero a favor de terceros en perjuicio del patrimonio. No es necesario que el administrador se quede el dinero. Todo eso se disfraza con falsificación de documentos".
"Alteración contable, distorsión deliberada de la situación económica de la entidad para esconderla a socios y terceras personas: disfrazando permutas de jugadores por compras y ventas (operación Arthur-Pjanic con la Juventus). Se inflaban mucho los precios de mercado de los jugadores porque la venta se contabilizaba como ingreso en el mismo ejercicio que se produce. El resultado son unos beneficios contables artificiales que no reflejan la situación económica del club, es una ilusión. Es un delito de falsedad contable, según el código penal".
"Se ha encontrado el pago de unas compensaciones de 1,5 millones de euros para que terceras personas no presentaran alegaciones a la modificación del Plan General. El Barça compró el silencio de determinadas personas y se simuló la causa de los contratos".
"Tenemos indicios muy sólidos de un pago ilegítimo de 15 millones a otro club de primera división vehiculado a través de un derecho de tanteo simulado por jugadores jóvenes. La razón real del pago es la no aportación de pruebas contra el club, pero se pone otro concepto. Una vez más, no se dice la verdad".