El agente de Ousmane Dembélé, Moussa Sissoko, ha llegado hoy a Barcelona procedente de Londres para mantener una reunión con Joan Laporta y Mateu Alemany. Será la última. No queda nada por negociar.
El Barça ha mostrado sus cartas y el exigente Sissoko ha entendido que Laporta no iba de farol cuando le amenazó con dejar a la estrella francesa en la grada si no se avenía a negociar o aceptaba un traspaso en el mercado de invierno.
Confiaban en Xavi Hernández, que había manifestado en los últimos días que no contemplaba la posibilidad de que Dembélé se quedara en la grada toda la temporada.
Xavi Hernández, en contra de su voluntad y presionado por el presidente, excluyó finalmente de su convocatoria para Bilbao y Vitoria a Dembélé. Es un aviso de lo que puede suceder en lo que resta de temporada si Dembélé sigue negándose a renovar e insiste en seguir en el club hasta el 30 de junio.
Dembélé, Sissoko y sus abogados han estudiado el tema con detenimiento y han llegado a la conclusión de que no pueden obligar al entrenador a que le incluya en sus alineaciones y que no se puede hablar de acoso o bullying si el jugador tiene acceso a las instalaciones para desarrollar su actividad normal y cobra religiosamente a final de mes. Su único problema es que el entrenador no cuenta con él, una circunstancia que viven también otros jugadores, no es el único.
Y, aunque lo parezca, a Dembélé no le da igual pasarse el resto de la temporada en la grada. El Mundial de Qatar está a diez meses vista y Dembélé sabe que si no juega un partido hasta junio será muy difícil que Deschamps le convoque por lo que pueda jugar en su nuevo equipo en el mes de agosto.
Por eso, desde el entorno de Dembélé se ha filtrado que Sissoko estará hoy más receptivo a encontrar una solución al asunto, aunque, conociéndole, también es capaz de hacer saltar todo por los aires, mantenerse firme en su postura y perjudicar a su jugador, a pesar de que su trabajo es buscarle el beneficio, tanto en el plano económico como en el deportivo.
Se sabe que Sissoko ha llegado a Barcelona en son de paz. El interrogante es cómo se irá mañana cuando coja el avión para volver a Londres. Mientras, el Barça espera la renovación a la baja de Dembélé o que acepte su salida para poder dar de alta a Ávaro Morata en su plantilla de forma inmediata.