Lo dijo Xavi Hernández el 4 de diciembre, en la víspera del Barça-Betis de LaLiga, partido que, por cierto, el Barça perdió en el Camp Nou. "Somos el Barça y esto va de ganar". ¿Seguro, señor Xavi?
Si esto va de ganar, ¿a qué viene tanta felicidad por perder la Supercopa en el clásico y no jugar la final? Si esto va de ganar, ¿por qué tanta autocomplacencia ante las derrotas y tanto conformismo frente la evidencia de que en los tres últimos años, y ahora también, el Real Madrid está muy por encima del Barça? 17 puntos por encima, por ejemplo.
Si esto va de ganar, ¿por qué está el Barça expulsado de la Champions y jugando el Gamper europeo que es la Europa League? Koeman le dejó el equipo a una victoria de la clasificación y Xavi no supo rematar el pase adelantado que le le envió el holandés empatando en casa con el Benfica y perdiendo en el Allianz Arena con una nueva humillación del Bayern.
Si esto va de ganar, señor Xavi, ¿por qué el Barça está más lejos del Real Madrid ahora que hace dos meses, cuando empezó a trabajar en el Camp Nou?
Si esto fuera de ganar, señor Xavi, debería estar prohibido soltar tonterías como la de que "el Barça ha vuelto" cuando sigue perdiendo. A no ser que entiendan y reconozcan al Barça en un equipo perdedor que no soporta las exigencias de la historia del club.
El señor Xavi no puede hacerse a la idea de la felicidad que está consiguiendo transmitir al madridismo, que viene de un año sin títulos y se frota las manos ante la lluvia de campeonatos que pueden caer este año gracias a este Barça que va de ganar. Y todo gracias al "Efecto Xavi".
Que nadie descarte en el mes de mayo que a algún componente de la plantilla blanca se le escape, en la celebración de títulos algo parecido a "Gracias, Xavi Hernández, contigo empezó todo".
Parece mentira que a sus años Xavi todavía no haya entendido que los que ganan son los que tienen mejores jugadores y un entrenador que vea las cosas claras. Lo demás, lo "del estilo innegociable", no son más que pamplinas. Con el estilo no se gana nada. Y precisamente por eso, por el estilo, está el Barça donde está. Practicando un fútbol que ya no se lleva. Un fútbol perdedor.