El listón de exigencia en el Camp Nou se conforma con no hacer el ridículo ante un grande como el Real Madrid y que no le caigan ocho otra vez.
Sorprende en el Real Madrid, acostumbrado a jugar finales y ganarlas, el clima de euforia que se ha generado en el entorno del Barça porque el equipo de Xavi fue capaz de "competir" con el equipo de Ancelotti. El Barça perdió, pero parece como si hubiera ganado.El listón de exigencia en el Camp Nou está muy bajo.
El Barça se va contento de Riad porque el juego de su equipo dejó buenas sensaciones. Llegó el Madrid tres veces y, zas, zas y zas. Y aún pudo entrar el poste de Benzema y la clara ocasión al final de Rodrygo a puerta vacía. Entraron tres, pero pudieron ser fácilmente cinco. Y el entorno culé está feliz.
Dicen que "el Barça ha vuelto". Ha vuelto a perder.Celebrando derrotas va a ser difícil que el Barça retome la senda de equipo campeón. Es cierto, no le cayeron ocho, como el día del Bayern, pero perdieron a fin de cuentas. Un verbo, perder, que conjugan a la perfección en los últimos tiempos en el Camp Nou.
El Efecto Xavi lleva un mes buscando un punto de inflexión que sirva de palanca para relanzar al equipo hacia arriba.Dicen que fue ayer, pero difícilmente una derrota puede ser un punto de inflexión. En el Barça son así.
Se van de Riad para ver la final por la tele y con el convencimiento de que dominaron al Real Madrid, aunque no le ganaran. Ancelotti se lo explicó porque parece que Xavi y compañía no son muy receptivos a todo lo que no sea comulgar con sus ruedas de molino. El Barça dominó al Real Madrid porque el Real Madrid salió a ser dominado. Sólo así, esperando atrás mientras el Barça se confiaba con sus desesperantes pases en el centro del campo, el equipo blanco podía sorprender al contragolpe con el veneno mortífero que llevan Benzema y Vinicius en sus colmillos.
Y eso fue lo que pasó. Si al Real Madrid le hubiera interesado "dominar" el partido, lo hubiera hecho. Porque lo sabe hacer... cuando le interesa.
Y se marchan contentos porque "dominaron al Real Madrid". Cada uno es feliz a su manera.En el Real Madrid la felicidad se escribe con títulos. En el Barça es suficiente con dominar a un Real Madrid que se deja dominar.El Efecto Xavi suena a chiste de mal gusto.
El resumen es que el Barça más majestuoso del año perdió ante el peor Madrid de la temporada. Suma y sigue. Un clásico detrás de otro. Y lo peor para el Barça del punto de inflexión es lo que llega ahora. De vuelta a casa se van a encontrar con la cruda realidad. Ese equipo al que dominaron está 17 puntos por encima superado ya el ecuador de LaLiga.Ese mismo equipo se apresta a vivir batallas épicas en la Champions League mientras el Barça jugará el Gamper europeo.Pero, gracias al Efecto Xavi, el Barça es feliz porque su equipo ha vuelto y además hasta es capaz de competir.
Brindemos, pues, por la suerte y los objetivos de ambos equipos. Unos, a ganar. Los otros, a competir.