Dembélé pide a gritos que le dejen en la grada
Su actuación en Granada fue penosa. Xavi le sustituyó harto de su rendimiento: ni remató, ni regateó, ni hizo faltas ni las provocó.
El retorno de Ansu Fati, la progresión de Abde, la consolidación de Jutglà, la reivindicación de Luuk de Jong, el regreso de Memphis y la llegada de Ferran Torres facilitan el deseo de Joan Laporta de dejar a Ousmane Dembélé en la grada hasta el 30 de junio, si insiste en no continuar en el Barça, pese a la oposición de Xavi Hernández.
Dembélé no es un futbolista fiable
Y es que en Granada Ousmane Dembélé dejó constancia de su irregularidad, de que no es un futbolista fiable y de que es capaz de lo mejor y también de lo peor. En el nuevo Los Cármenes no pudo jugar peor. Tan mal lo hizo que Xavi no opudo reprimirse y le sacó del campo en el minuto 82 para colocar en su lugar al canterano Álvaro Sanz.
Dembélé no disparó a puerta y perdió hasta 14 balones. No es eso lo que espera Xavi Hernández de quien tiene, por galones y salario, tiene que liderar el juego de ataque del Barcelona.
El delantero francés falló tres remates. Intentó nueve regates y le salieron bien cinco, Y colgó dos centros en el área pequeña. Su juego no aportó nada al fútbol ofensivo de su equipo y no consiguió intimidar a la defensa local. De hecho, las mejores ocasiones del Barça llegaron desde la otra banda en la que se encontraba Jutglà.
Ni le hicieron faltas ni las hizo él
Lo más sangrante de su actuación es que no forzó ninguna falta contra él y tampoco cometió ninguna contra los jugadores del Granada. Dembélé fue un espectador más en Granada. Y pide 40 millones de prima de fichaje por seguir en el Barça y 20 millones netos por temporada.
Laporta es partidario de dejarle en la grada y que no juegue más con el Barça si persiste en su actitud de no ampliar el contrato que le liga al club azulgrana hasta el 30 de junio. Y si sigue jugando es porque Xavi ha pedido una tregua mientras no pueda debutar Ferran Torres y no pueda recuperar a Ansu Fati en el once titular.
En el club temen que la continuidad de Dembélé en la alineación titular pueda servir para contagiar a los demás de su indolencia y falta de compromiso, aunque de tanto en tanto ofrezca destellos de su clase que consiguen generar dudas entre los aficionados.
