El PSG no tenia bastante con Neymar y Messi. Acaba de robarle al Barça a otro de sus mitos legendarios: Ronaldinho dejará de ser embajador del Barça para convertirse en empleado del club parisino.
Para nadie es un secreto que Qatar le tiene ganas al Barça. Y el PSG es más qatarí que francés. Al menos su propiedad es de Qatar, y en Qatar siguen escocidos con la campaña que se montó en Barcelona contra su país cuando se mostraba en la camiseta del Barça como patrocinador principal.
El entorno del Barça organizó una campaña contra el sponsor de Rosell y Bartomeu liderada entre otros por Joan Laporta. Se cuestionó la ideoneidad de que un país como Qatar patrocinara al Barça haciendo hincapié en que los valores del club nada tenían que ver con la falta de libertades individuales que se vive en Qatar.
Y Qatar se fue del Barça con el rabo entre las piernas pero con el firme propósito de vengar la afrenta. Empezó negándose a facilitar el fichaje de Verratti por el Barça, siguió quitándole al club azulgrana a Neymar y ha continuado acogiendo a Messi en su plantilla.
Pero no era suficiente. Y el club parisino le ha quitado en las últimas horas a Ronaldinho al Barça. La exestrella brasileña ya no representará al Barça en el mundo entero. Ahora ejercerá de embajador para el PSG.
Se trata de un fracaso más en la gestión de Joan Laporta, que primero perdió a Messi después de prometer en las elecciones que él era el único que podía convencerle para seguir en el Barça. Luego resultó que no había que convencerle, bastaba con que el club quisiera conservarle. Pero no era ese el caso de Laporta y sus avalistas.
Y a la humillación que ha supuesto para Laporta que los petrodólares de Qatar se llevaran a Messi, ahora hay que sumar una nueva afrenta, la salida del Barça de Ronaldinho para ejercer de embajador del PSG.
La escapada de Ronaldinho es especialmente sangrante para Joan Laporta, que tuvo en Ronaldinho al buque insignia de su primera etapa como presidente del Barça. En aquella época juró que Ronaldinho nunca se iría del Barça y estaba dispuesto a ofrecerle un contrato vitalicio. Ronaldinho había cambiado la historia del club gracias al fracaso de la gran mentira urdida por Laporta en torno al ficticio fichaje de David Beckham por el Barça.
Ronaldinho cambió la historia del Barça, pero se echó a perder ante la pasividad de quienes dirigían el club, Toda Barcelona sabía lo que pasaba con Ronaldinho por las noches. Toda Barcelona, menos Laporta. Ronaldinho se dio a la buena vida nocturna y habitualmente no se entrenaba con sus compañeros y tenía que dormir la resaca en la camilla del gimnasio del club.
Los compañeros sabían lo que estaba ocurriendo y veían cómo el club tapaba la falta de profesionalidad de su estrella. Y los resultados no se hicieron esperar: dos años de nadaplete.
Laporta juro que Ronaldinho no se iría nunca del Barça, pero se vio obligado a despacharle malvendiéndole al Milan. Y pasó el tiempo, Ronaldinho, después de una temporada en la cárcel, aceptó la oferta que le había hecho Sandro Rosell, el que le llevó al Barça, y con Josep Maria Bartomeu ejerció de embajador del Barça por el mundo.
Hasta que llegó el PSG-Leipzig. Al-Khelaiffi invitó a Ronaldinho y París le rindió un homenaje sentido. Laporta se molestó por prestar su imagen al PSG mientras cobraba del Barça y decidió congelarle el salario que percibía a cambio de bien poco.
Y Ronaldinho se ha buscado la vida y ha recorrido el camino inverso de su etapa como futbolista. Ahora del Barça al PSG. Era el gesto que esperaba el club qatarí-francés para demostrarle al Barça que los tiempos han cambiado. Y si por dinero Ronaldinho dejó el PSG para fichar por el Barça, ahora las cosas son diferentes y por dinero Ronaldinho ha recorrido el mismo camino en sentido contrario.