Mientras en el Barça el debut de un canterano es celebrado con júbilo, de acuerdo a los valores que adornan al club, en el Real Madrid el mero hecho de aparecer en la lista de convocados del primer equipo es presagio de despido. No es buena señal. La próxima víctima es un tal Peter Federico, de quien habla maravillas el aparato de propaganda y venta de humo de Florentino Pérez.
Año tras año van apareciendo en el Real Madrid chavales llamando a la puerta de la gloria. Son convocados por el entrenador de turno para cubrir cualquier contingencia o simplemente para hacer bulto en las convocatorias y dar la sensación de que se cuenta con la cantera.
Pero a la hora de la verdad, se les muestra a todos la puerta de la calle. Empiezan con las cesiones y acaban desapareciendo. Y todos tienen en común que son unos fenómenos. Se acaban echando a perder o triunfan en sus nuevos equipos, como en el caso de Reguilón, Llorente, Sarabia, Marcos Lorente, Marcos Alonso, Morata o Mario Hermoso... Todos ellos salieron de La Fábrica del Real Madrid y ahora son asiduos en las convocatorias de Luis Enrique mientras el entorno madridista se queja de que el seleccionador no convoca a madridistas.
¿A quién? Si a los buenos de la cantera ya los han echado. En la humillante derrota ante el Sheriff en el Bernabéu el Real Madrid acabó jugando con once extranjeros. No se lo ponen fácil al seleccionador español cuando el presidente Florentino Pérez prefiere tirar el dinero en promesas extranjeras antes que apostar por los suyos, los que sienten la camiseta de verdad y sueñan con jugar en el Real Madrid.
El último ejemplo de "fenómeno" a punto de echarse a perder es Peter Federico, al que Ancelotti no le dio un minuto ante el Alcoyano, probablemente porque le entidad del rival estaba muy por encima de sus posibilidades. La aparición de Peter ha sido acogida con fanfarrias como sucedió con los dieciocho casos anteriores, todos ellos fuera ya del Real Madrid. El penúltimo, el de Miguel Gutiérrez. Hace tres meses estaba llamado a ser el mejor lateral izquierdo del mundo. Nunca más se supo. Su puesto está ocupado por un francés y un brasileño.
Queda bien apostar por la juventud... pero en el banquillo. Las bajas de Asensio y Rodrygo han acercado al chico al primer equipo, pero para vivir su efímero minuto de gloria. De él dicen que es la gran perla de la cantera blanca. Dentro de dos años nadie se acordará de él, como de tantos y tantos otros. Y si vale de verdad, estará abrillantando la historia de otro club que no será el Real Madrid.
Dos brasileños, un francés, un belga, un galés, un serbio y un mallorquín le cierran el paso. Pero está a punto de llegar otro francés y a lo mejor un noruego. Y al tal Peter, de origen dominicano, no le quedará otro remedio que hacer las maletas y recordar con cariño los elogios que está recibiendo ahora y que le convierten en un fenómeno del futuro.
Por cierto, que ya tiene 19 años. Cuando llegue a esa edad, a lo mejor a Gavi ya le ha salido la barba.
Dicen que es la perla de la cantera, el mejor jugador del fútbol base blanco. Si eso es cierto, no faltarán ofertas para llevárselo. El mundillo del fútbol sabe que este chico no tiene ningún futuro en el Real Madrid por mucho que los propagandistas se llenen la boca con sus regates y su capacidad de desborde como extremo. El tal Peter correrá la misma suerte que todos los demás: ¡Al carrer!