Los brotes verdes que se vieron en el Barça de mediocampo hacia adelante en el partido que ayer midió a los blaugrana con el Elche no se corresponden con la asignatura pendiente de Xavi, la defensa. Una vez más, la retaguardia barcelonista fue un coladero.
Y en ausencia de Piqué, ayer el jefe de la zaga era Eric García, un futbolista con una proyección de futuro excepcional pero que genera muchas dudas y alimenta el debate a favor y en contra.
Eric Garcia es la máxima expresión de lo que el ADN Barça entiende por un defensa. Juega el balón con criterio, sale con la pelota controlada y la cede al mejor situado y hasta es capaz de ver desde atrás situaciones de gol enviando el esférico a un compañero que está a 50 metros. Además, es muy elegante y nada zafio y leñero.
La parte constructiva la tiene aprobada con nota Eric Garcia. El problema es que es un defensa y la primera función de un defensa es defender. Eric Garcia no sólo genera dudas defensivas, sino que las transmite a sus compañeros.
Koeman intentó arroparle siempre con Piqué, para aprovecharse de su experiencia en situaciones como la colocación en balón parado o el abordaje de un contragolpe en inferioridad numérica. Pero ayer, sin Piqué a su lado, Eric dejó en el aire muchos interrogantes. El Elche, que no es nada del otro mundo, llego como, cuando y por donde quiso. Sin jugadores especialmente talentosos o habilidosos, los delanteros del Elche se plantaron cinco veces ante Ter Stegen con todo a favor para marcar. Sólo anotaron dos, pero si esas mismas facilidades se las dan a un rival tipo Bayern, el resultado habría sido de 3-5 y a nadie le extrañaría.
El Barça no tiene consistencia defensiva. Y seguramente la culpa no es exclusiva de la defensa. Xavi no consigue juntar las líneas para cerrar espacios al contrario. Y ahí tienen mucho que ver los centrocampistas. Ante el Elche que Jordi Alba ocupara una posición más adelantada sólo sirvió para vender a los tres centrales.
Tal y como están las cosas, y mientras el equipo no juegue como un equipo, resulta en exceso arriesgado confiar en Eric Garcia para resolver la tarea defensiva. Eric es un futbolista ideal para un equipo rodado en el que todos sus jugadores tienen asimilados los automatismos tácticos. Ese no es el caso del actual Barça en el que el "exquisito" Eric Garcia está condenado a tapar los errores de los demás mientras no puede saldar con éxito su trabajo.
Eric Garcia es el central del futuro, pese a su corta estatura, pero el sistema de Xavi le está llevando al fracaso... de momento.