Una eliminación prematura del PSG en los octavos de final ante el Real Madrid pondría en peligro la viabilidad del proyecto parisino, que económicamente hace aguas por todas partes ante la vista gorda de la UEFA, que tiene en el club parisino/qatarí a uno de sus principales aliados contra las agresiones de la Superliga.
Y en el Real Madrid sospechan que la cacicada del sorteo no va a ser la única que va a emplear la UEFA contra el Real Madrid y existen dudas fundadas de que el arbitraje de la eliminatoria que enfrentará a madrileños y parisinos se desarrolle de acuerdo a los principios esenciales de la imparcialidad. Para la UEFA es importante que su club aliado someta al club rebelde a un severo correctivo.
En esa eliminatoria hay mucho en juego para los dos clubes. Especialmente para el PSG, que se juega la viabilidad de su proyecto, tanto desde el plano deportivo como económico. El PSG vive de la inyección a chorros de los petrodólares de Qatar para cuadrar sus cuentas. Es decir que su balanza de pagos no depende de sus ingresos y gastos, sino de la aportación voluntaria que llega desde que Qatar y que nada tiene que ver con la actividad ordinaria del club.
La UEFA hace la vista gorda ante el funcionamiento irregular de los clubes-estado como el PSG, que pueden permitirse plantillas de 32 jugadores, acaparando a cinco de los mejores futbolistas del mundo con un presupuesto que está muy lejos del que por ejemplo tienen Real Madrid y Barcelona.
Una eliminación prematura del PSG de la Champions League supondría para la UEFA perder a su principal aliado frente a las acometidas de Florentino Pérez y su Superliga. Pero es que, además, resultaría muy difícil mirar hacia otro lado ante los gastos desproporcionados del PSG, que no se corresponden con ingresos del mismo nivel. El palo económico de una eliminación del PSG sólo podría evitarse si la UEFA sigue haciendo la vista gorda como hasta ahora.
Los números del PSG ya eran ruinosos esta temporada, con más de 250 millones de pérdidas, pero el COVID lo tapó todo. El Barça se vio obligado a desprenderse de Messi y el PSG, con pérdidas millonarias, pudo quedárselo. Son demasiados los privilegios que tiene el PSG ante la UEFA como para pensar que la eliminatoria se va a desarrollar dentro de los límites de la legalidad deportiva.
Con un presupuesto de 637 millones, el PSG saldó su última temporada con 250 millones de pérdidas cuyo origen se encuentra en los 500 millones destinados a salarios. Un nivel de caos económico similar al del Barça. El club catalán está como está mientras el PSG se beneficia del privilegio de ser un club-estado recibiendo periódicas inyecciones de petrodólares para cubrir sus gastos sin que nadie ponga freno a tamaña injusticia.
El presupuesto Real Madrid es este año de 695 millones. El del Barça, de 765. Los dos grandes españoles tienen presupuestados más ingresos que el PSG, pero mientras en España ambos clubes están obligados a reducir la masa salarial de su plantilla, y en el caso del Barça a deshacerse además de sus estrellas para cumplir con la normativa del fairplay financiero, el PSG, con salarios más altos que los que se pagan en España, no tiene problemas para pagar a sus figuras contratos astronómicos pese a disponer de menos ingresos.
Sorprende, además, que el PSG no haya abierto la boca por la chapuza del sorteo de la UEFA en el que también ha resultado perjudicado. No quiere ni puede quejarse. El PSG es un firme aliado de la UEFA y sabe que su papel pasa por defenderla a ultranza para poderse beneficiar luego de sus privilegios.
En el Real Madrid hacen bien de no fiarse. Si el PSG no puede con el equipo de Ancelotti, la UEFA puede intervenir con dos arbitrajes a medida de los intereses del club francés. Este año toca PSG como premio a su desinteresada (?) colaboración con la UEFA. Y el Real Madrid ya sabe contra lo que se va a enfrentar: mucho más que un rival, el equipo de la UEFA.