Ocurrió en los primeros minutos de partido. La Real Sociedad y el Real Madrid empataban a cero y se produjo una clamorosa mano de Casemiro dentro del área que el colegiado obvió mientras el VAR miraba hacia otro lado.
Y como sucede en estos casos, el aparato de propaganda del que dispone Florentino Pérez entre los medios madrileños/madridistas, se ha encargado de silenciar el asunto y a otra cosa mariposa.
El tema del ruido y la alarma social lo rerservan en la capital al Barça para que se imponga entre la opinión pública que los árbitros perjudican al Real Madrid y benefician al Barça.
Así se entiende el ruido que generó la mano clara de Piqué en Villarreal y el silencio con el que se ha tapado la mano de Casemiro en San Sebastián que, con empate a cero en el marcador, pudo haber variado el rumbo del partido. O el clamoroso penalti de Alaba sobre Ocampos en el Real Madrid Sevilla sobre el que la prensa radical/madridista ha corrido un tupido velo. Así se cambia el rumbo de un campeonato.
Luego Casemiro, el futbolista más consentido de LaLiga española, podrá seguir presumiendo de que no le expulsan y de que su profesionalidad le permitió afrontar el partido de Anoeta sin ver la tarjeta amarilla que le habría impedido jugar el derbi local ante el Atlético.
La auténtica realidad es que en esa jugada el árbitro debió haber señalado penalti y tarjeta amarilla al jugador brasileño, que sí actuará en el derbi en una nueva demostración de que LaLiga está falseada y los árbitros llevan en volandas al Real Madrid hacia la consecución del título.
Hasta el excolegiado Iturralde dijo en la SER: "Ha sido penalti. El balón viene muy arriba y Casemiro, con la mano, le acaba pegando al balón. El VAR no entró porque considerará que es una acción normal del juego".
Las acciones del Real Madrid siempre son "normales" y sus penaltis "insuficientes". Todo lo contrario que ocurre para los demás.
Ruido. Es la única diferencia entre los escándalos arbitrales del Real Madrid y del Barça. En Madrid son únicos en el arte de hacer ruido. Y, que quede claro, los árbitros favorecen al Barça y perjudican al Real Madrid.