A Joan Laporta le ha cambiado el gesto cuando en la presentación de Xavi Hernández le han preguntado al nuevo técnico por Dembélé. El presidente del Barça se ha puesto tenso y al término de la rueda de prensa le ha mostrado su disgusto por lo que ha dicho.
Xavi iba de buena fe. Es un futbolero al que le gusta hablar de fútbol. Y cuando le han preguntado por Dembélé, se ha dejado ir. Le ha considerado imprescindible y hasta ha llegado a poner en un aprieto a Joan Laporta, que estaba a su lado, conminándole a renovarle el contrato inmediatamente y garantizar su continuidad.
"Entendido", ha respondido Joan Laporta. Pero la procesión iba por dentro. Xavi había dicho: "Para mí Dembélé, puede ser el mejor jugador del mundo si juega en su posición. Pero hay que trabajar con él y exigirle. Depende de él, de su mentalidad, de que se lesione poco, de que tenga rendimiento. Para mí es prioritaria su renovación", ha dicho mirando a Laporta.
Y Laporta se ha echado a temblar. Lleva dos meses negociando con Dembélé y con su representante, Moussa Sissoko. Incluso ha llegado a amenazarles con una temporada en blanco si no acepta las condiciones a la baja que le ofrece el FC Barcelona para renovar.
Al principio de la negociación el agente del jugador daba largas, sabedor de que su representante tiene dos ofertas mucho más interesantes que la del Barça de Manchester United y Liverpool, con prima de fichaje de 20 millones incluida. Pero la presión de Laporta parece que empezó a hacer efecto.
Dembélé no fue convocado por Koeman para su último partido en Vallecas. Tampoco por Sergi Barjuan para su primer encuentro ante el Alavés en el Camp Nou. Dembélé tenía el alta médica, pero parecía que la presión de Laporta sobre los entrenadores surtía efecto. Y el delantero francés empezó a temer por su futuro en un año previo al Mundial en el que no puede permitirse el lujo de pasar un año en el banquillo.
El ejemplo de Ilaix Moriba sirvió para aligerar la situación y Sissoko se reunió con el club en busca de una solución negociando las condiciones del nuevo contrato. Fue entonces cuando Laporta dio luz verde para que Sergi Barjuan le hiciera debutar esta temporada en Kiev como prueba de su buena voluntad.
Pero cuando Laporta todavía no tiene la firma de Dembélé aparece Xavi con una intervención que va más en favor de los intereses de Dembélé que de los del club. Ahora el agente de Dembélé utilizará las palabras de Xavi para hacerse valer y utilizará su argumento de que puede convertirse en el mejor futbolista del mundo para endurecer su posición y tratar de sacar más dinero.
Joan Laporta no puede defraudar a su nuevo entrenador en la primera petición pública que le hace y está obligado a garantizar la continuidad de Dembélé en el Barça al precio que sea. Y no será barato, porque las palabras de Xavi costarán caras.
Dembélé tiene una ficha de 12 millones netos y el club le ofrece renovar por 8 con unos incentivos cuantiosos por títulos y por partidos jugadores. El United y el Liverpool le ofrecen el mismo salario que tiene en el Barça más una prima de fichaje de 20 millones. Económicamente, no hay color. ¿Pero llegará Dembélé a ser el mejor jugador del mundo en la Premier y lejos del cariño que parece didspuesto a ofrecerle Xavi Hernández?